El Parlamento rechaza la propuesta del BNG de un concierto económico para Galicia

GALICIA

Socialistas y populares votan en contra un modelo «nefasto» que supondría «a ruína» para Galicia por su «gravísima insuficiencia financieira»
24 jun 2025 . Actualizado a las 12:07 h.Hace ya nueve años, con Ana Pontón asumiendo las riendas de un BNG en sus horas más bajas y con el horizonte de unas elecciones que apuntaban al desastre, la líder nacionalista habló sobre la necesidad de que Galicia contase «coa chave dos cartos» para decidir cómo recaudar y gestionar sus recursos. La idea ha ido ganando fuerza en los últimos tiempos, y se plasmó por primera vez en la tesis política aprobada en la última asamblea nacional, celebrada en diciembre, y que marca la hoja de ruta del Bloque para los próximos tres o cuatro años. El concierto económico, similar al cupo vasco y navarro, es uno de los pilares del BNG para esta legislatura. De ahí que la propia Pontón defendiese este martes una proposición de ley para reformar el Estatuto de Autonomía e introducir este mecanismo: «Unha vía excepcional ante un asunto excepcional». Enfrente encontró a un PSdeG y PP que coincidieron en advertir sobre el «nefasto negocio» que supondría para Galicia este sistema, tumbando con sus votos la propuesta.
«Darlle a Galiza a chave dos seus cartos para mellorar a vida das persoas», arengó desde el atril la portavoz nacional, exponiendo que el concierto económico permitiría a la Xunta contratar a más médicos, reducir la burocracia, mejorar la planificación presupuestaria, afrontar el envejecimiento, la lucha contra el cambio climático o la modernización de los sectores productivos. Citó a históricos galeguistas como Brañas, Castelao y Bóveda para advertir que «Galiza non pode ser a única nación do Estado que quede atrás única e exclusivamente polo centralismo e o servilismo a Madrid», y que ante una «Galiza bonsai» como pretenden las fuerzas centralistas, el Bloque apunta a una «Galiza en grande que actúa en grande».
Expuesta la vertiente ideológica de la propuesta, Pontón pasó a las cifras basándose en un informe del Consello de Contas que estima un déficit de 13.975 millones entre el 2009 y el 2021, cifra que se eleva a 18.240 si se excluyen fondos complementarios. «É dicir, temos un sistema de financiamento que nos deixa un burato de 1.535 millóns de euros cada ano», calculó. El documento recoge esa brecha, pero no se incluyen datos equivalentes de otras comunidades autónomas. Eso sí, menciona que el sistema no cubre el coste efectivo de los servicios en ninguna comunidad. Según los datos más recientes de Fedea y la AIReF, las comunidades autónomas más perjudicadas por el sistema de financiación son la Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía y Castilla-La Mancha.
La líder del Bloque también señaló que el Estado se queda con 5.000 millones de euros al año entre lo que ingresa y lo que devuelve a Galicia, una estimación que parte de un informe del Foro Económico de Galicia que advierte sobre las negativas consecuencias que tendría para Galicia el concierto, con un coste anual de entre 2.128 y 2.647 millones de euros. Esos 5.000 millones de déficit no incluyen los recursos destinados a financiar servicios generales del Estado (como pensiones, defensa o infraestructuras) y a la redistribución interterritorial (fondos de nivelación), de la que la propia comunidad se beneficia.
Un modelo «nefasto»
La socialista Patricia Iglesias respondió que el cupo sería una solución «nefasta» para Galicia en el aspecto político, económico y social. «O España nos roba é unha mentira e unha mensaxe moi perigosa», avisó la diputada, exhortando a los nacionalistas a «non confundir autogoberno con illamento». Defendió la postura de su partido por un sistema «xusto», dentro de un Estado plurinacional con un proyecto «común e solidario». Apeló a reformar el actual sistema del 2009, caducado desde hace más de una década, en el que se contemplen las singularidades de Galicia, como el envejecimiento y la dispersión de población: «Factores que deben pesar máis na reformulación do sistema». Iglesias subrayó que la pérdida de los fondos de nivelación acarrearían «consecuencias nefastas» y la desaparición del autogobierno. «Quen propón o concerto económico sabe ben que esa chave non ten máis cartos», ilustró.
Un ejemplo similar utilizó el portavoz del PPdeG, Alberto Pazos, acusando al BNG de «reclamar a chave dos cartos» sin cuidarse de que haya «cartos nela». Pidió «prudencia» ante «propostas que son insoportables», como el de un concierto económico que sería «unha ruína para Galicia», abocada a una «gravísima insuficiencia financieira». Reprochó a los nacionalismos su «cego fanatismo» que conduciría a la comunidad a empobrecerse «irremediablemente», y recordó que su grupo reclama desde hace tiempo un sistema «máis xusto», «equilibrado» y que atienda a las particularidades gallegas, con una financiación ajustada al coste real de la prestación de servicios públicos, cuyo coste se eleva en Galicia por el envejecimiento y la dispersión poblacional. También reivindicó que este sistema se construya sobre los principios de «solidariedade» e «igualdade entre españois».
Pazos consideró que el BNG, con propuestas como el cupo propio, «demole pedra a pedra a fachada de moderación construida durante anos pola señora Pontón» y que «xa nada queda do liderado chachi» de la portavoz nacional.
En su turno de réplica, la líder nacionalista lamentó que el bipartidismo actúe «como dúas gotas de auga» cuando se trata de «defender os intereses» de la comunidad «sen pedirlle permiso a Madrid». Afeó a PP y PSdeG su «milonga» de que «Galiza é pobre e vive da solidariedade do Estado», y les acusó de «conformarse coas migallas» del centralismo.