
La expedición francesa que tiene como objetivo evaluar el estado de la Fosa Atlántica ha cartografiado 140 kilómetros cuadrados de suelo marino
08 jul 2025 . Actualizado a las 12:32 h.El número de bidones radiactivos que la expedición francesa encargada de evaluar el estado de la Fosa Atlántica ha hallado frente a la costa gallega asciende a 3.000 unidades. A bordo del oceanográfico L'Atalante, los investigadores llegaron a la zona de inspección a mediados de junio, hace menos de un mes, y desde entonces han cartografiado con sonar 140 kilómetros cuadrados de suelo marino.
Según ha explicado el español que colidera la misión, Javier Escartín, a través de la red social Bluesky, para el rastreo de los bidones han realizado 15 inmersiones con el robot submarino UlyX con el que cuenta el buque. Además, señala que se han realizado extracción de sedimentos en 26 puntos.
La investigación se está llevando a cabo para analizar el impacto de los residuos radiactivos arrojados al mar entre 1950 y 1990 en dicha zona, a unos 700 kilómetros del litoral gallego. No fue hasta 1982 cuando el buque Sirius de Greenpeace, junto a barcos gallegos, se enfrentaron a buques holandeses para que detuvieran sus descargas. La asociación ecologista estima que, durante dichas décadas, barcos holandeses, belgas y británicos se deshicieron allí de más de 220.000 bidones con material radiactivo, unas 142.000 toneladas de basura nuclear. La agrupación califa la zona como el «punto con mayor cantidad de residuos radiactivos del planeta».
La Xunta reclamó la semana pasada al Gobierno central más información sobre la investigación investigación, en aras de «poder tranquilizar á sociedade». «Creo que o Goberno está para algo», exclamó la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez. Mientras, el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, explicó que se está «en contacto permanente» con la expedición y que se buscará una «solución» a los desechos, además de compartir con las comunidades los resultados que les traslade la investigación.
Por su parte, el Consejo de Seguridad Nuclear aseguró a finales de junio que no se han detectado «niveles significativos» de radiactividad ni en la costa gallega ni en la cantábrica.