Los tres mayores incendios de la historia de Galicia castigan Ourense simultáneamente

Fina Ulloa
Fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

GALICIA

Un monte arrasado por el fuego en el lugar de Real, en la comarca de Valdeorras.
Un monte arrasado por el fuego en el lugar de Real, en la comarca de Valdeorras. VÍTOR MEJUTO

Una decena de fuegos sin control, con máxima preocupación en el de Larouco, han consumido ya el 10 % de la superficie de la provincia. El Sergas se ve obligado a reordenar su atención sanitaria

19 ago 2025 . Actualizado a las 09:05 h.

El 10 % del territorio de Ourense es ya tierra carbonizada. La oleada de incendios que consume la provincia roza las 70.000 hectáreas en el arranque de esta tercera semana de agosto. Es, por ejemplo, más que la superficie de todo el municipio de Madrid, que mide 60.600.

La noche del domingo al lunes transcurrió con una decena de focos activos, pero con cuatro frentes concentrando los principales esfuerzos de los medios de extinción y también de los vecinos, que luchan con todo lo que tienen a mano contra las llamas mientras llegan unos refuerzos que nunca parecen suficientes.

Cien soldados de la brigada ligera de infantería del Ejercito de Tierra (Brilat) y otros tantos de la Bripac —la unidad ligera paracaidista— llegaron a la provincia para reforzar el dispositivo, pero desaparecieron los aviones franceses. Ya no se vieron el lunes en los cielos ourensanos. Ahora mismo el contingente que combate en primera línea es todo nacional. Si acaso, se oyen algunas voces portuguesas, como las que ayudaron en A Xironda (Cualedro). Los fuegos que se originaron en Chandrexa, Larouco y Oímbra —se han ido sumando a otros y se han paseado ya por casi una veintena de municipios a lo largo de la última semana—, tienen el récord de ser los tres mayores desde que hay registros en Galicia. Con la enorme gravedad de estar activos a la vez y castigando de forma simultánea a una misma zona, el este de la provincia de Ourense. El de Larouco, el de mayor extensión ya, es el que tiene más elementos de preocupación, por la rapidez con la que se está extendiendo.

Se cuentan por decenas las localidades de las comarcas de Valdeorras, A Limia, O Ribeiro y Monterrei en las que los habitantes volvieron a pasar la noche en vela, otra más, ansiando que el alba llegase rápido para escuchar el sonido de los motores que anuncian la ayuda que cae del cielo. Y con una densa humareda que apenas les permitía actuar.

Los especialistas tampoco lo tenían fácil. Cuatro bomberos resultaron heridos con quemaduras en el operativo de la tarde de este lunes y fueron trasladados a diversos centros médicos, uno de ellos, con quemaduras graves de primer y segundo grado. Según informan desde la Central de Emergencias, el operario que sufrió quemaduras graves tuvo que ser evacuado al Hospital de A Coruña, el centro con la mayor unidad de quemados de Galicia. Los otros tres operarios fueron atendidos en el Hospital de Verín con lesiones de carácter leve.

Mientras, el fuego tiene otras consecuencias. Ha sido preciso realizar de nuevo cortes intermitentes en varias carreteras. Sigue además el corte ferroviario entre Galicia y la meseta, tanto en la línea de Zamora —por la que circulan los trenes de alta velocidad y que este martes cumple una semana interrumpida— como en la que une León y Monforte por la comarca de Valdeorras, afectada desde el viernes. En las estaciones gallegas se repiten las colas y el enfado de los pasajeros que reclamaban soluciones por parte del administrador ferroviario.

Este lunes también se conoció que las dos personas detenidas por haber ocasionado dos fuegos detectados el sábado —una mujer de 81 años en Celanova y un hombre de 61 en Petín— habían quedado en libertad a espera de que se complete la instrucción judicial.

Centros de salud y residencias

La intensidad de los incendios afectó también a la asistencia sanitaria en las comarcas más castigadas por el fuego. La caída de las telecomunicaciones en varios municipios impide usar los sistemas informáticos que facilitan a los facultativos el acceso a los historiales de los pacientes y el Sergas instaló antenas de conexión vía satélite en O Barco, A Rúa, Trives, Viana, Verín y Montederramo para concentrar en ellos las consultas médicas. Solo la enfermería se mantuvo en los centros de salud de Carballeda de Valdeorras, Vilamartín, Rubiá, O Bolo, Petín, Larouco, Vilariño de Conso, A Veiga, San Xoán de Río, Manzaneda, Oímbra, Cualedro, Alvarellos y Chandrexa de Queixa para atender necesidades de carácter leve.

La Xunta también confirmó el regreso de los mayores que fueron evacuados en los últimos días de centros geriátricos. Volvieron los 25 grandes dependientes de la residencia de Chandrexa; los 120 usuarios de la de A Rúa y los 45 de la de A Mezquita. También se confirmó que el centro de día de Vilardevós vuelve este martes a abrir sus puertas. Eso sí, se mantuvieron confinados de forma preventiva los 70 ocupantes de la de Rubiá y 56 en los dos centros de Carballeda de Avia.

Siete mil hectáreas en un día

Pese a la bajada de las temperaturas, la mayor parte de los fuegos activos sigue avanzando. Entre el primer balance del día de Medio Rural y el emitido a las nueve de la noche hay 7.000 hectáreas más. Las únicas buenas noticias llegan del que afectaba a las Fragas do Eume, que se da por extinguido, al igual que el de Verín. El de Valdeorras, iniciado en Larouco, consumió 18.000 hectáreas y sobrepasa a los de Chandrexa y Vilariño (17.500) y Oímbra (15.000).