Casi la mitad de los concellos de Ourense han sufrido incendios en solo una semana

Fina Ulloa
Fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

GALICIA

Militares de la Brilat colaboran en las labores de extinción vigilando un monte en A Gudiña
Militares de la Brilat colaboran en las labores de extinción vigilando un monte en A Gudiña VÍTOR MEJUTO

La provincia, con 42 municipios afectados y 147.866 hectáreas calcinadas, encabeza la lista de superficie ardida este año en España. El Gobierno anuncia que se declarará zona catastrófica

20 ago 2025 . Actualizado a las 09:33 h.

La ola de incendios que sufre Galicia desde el arranque de agosto empieza a reducir el número de focos. De la veintena que llegaron a coincidir en los peores días de la emergencia se ha pasado a siete grandes fuegos activos y otros diez estabilizados o controlados. En ellos se concentraron los medios de extinción en las últimas horas, intentando aprovechar la mejora de las condiciones atmosféricas. Bajó ayer la temperatura y aumentó la humedad en el ambiente. Pero la mejora es solo relativa. Las rachas de viento siguen complicando la tarea de extinción y reavivando los rescoldos. Es el caso de Petín, que volvía a poner a sus vecinos en alerta por dos focos que aparecían en Sampaio y Outeiro. «Nos entró por donde salió antes, desde Correxais, en Vilamartín», explicaba la alcaldesa, Raquel Bautista. En A Veiga llegaba un fuego desde la vertiente zamorana que muy posiblemente sea parte del que pasó a esa provincia desde la ourensana hace unos días; preocupa porque ronda Pena Trevinca. En Viana vigilan otro que se acerca de nuevo desde Vilariño.

La tendencia al descenso en el número de focos activos no solo se debe al trabajo incansable de los medios de extinción; también a la unión con otros que, en su avance, han ido confluyendo. En Ourense, la provincia más castigada, la ola incendiaria ha dejado un reguero de montes negros, casas, granjas y animales quemados que afecta ya a 42 municipios —incluido el de la capital—, de los 92 que conforman el territorio. Hay zonas, como la de Valdeorras, en la que no se libra ni uno solo de los concellos de la comarca.

Un reguero de municipios

El fuego que se inició en Larouco el día 13 ya supera las 20.00 hectáreas —es el incendio más grande de la historia reciente de Galicia— y ha avanzado por Petín, A Rúa, Vilamartín de Valdeorras, O Barco, Rubiá, A Veiga, O Bolo y Carballeda de Valdeorras. Incluso traspasó la frontera provincial con Lugo, afectando a varios núcleos del municipio de Quiroga. Y sigue activo.

El segundo que ha cubierto una mayor extensión (18.000 hectáreas) es el que sumó los fuegos iniciados en dos parroquias de Chandrexa de Queixa —Requeixo el día 8 y Parafita el día 12— y que acabó uniéndose al que arrancó en la de Mormentelos, en Vilariño de Conso. Este fuego arrasó monte y puso en apuros a los vecinos de decenas de pueblos de cinco concellos más: Manzaneda, Montederramo (donde también tuvieron su propio incendio nativo el martes), A Pobra de Trives, O Bolo y Laza. También este continúa avanzando, al igual que el tercer gran incendio forestal en extensión, el de Oímbra. Es otro que se unió a un segundo frente, el originado en los montes de Gundín, en Xinzo de Limia. Las 15.000 hectáreas que le adjudica el recuento se suman en territorio de Monterrei, Cualedro, Verín, Laza, Trasmiras, Castrelo do Val y Baltar, además del quemado en los dos municipios de origen.

El que comenzó en A Mezquita es uno de los que más quebraderos de cabeza da por su afectación tanto a la línea de alta velocidad ferroviaria como a las carreteras; entre ellas la A-52, autovía que une Galicia con la meseta. Este fuego también entró en los concellos de A Gudiña y Viana do Bolo, pero además cruzó la frontera autonómica saltando a Zamora. Las 10.000 hectáreas que le adjudica Medio Rural corresponden solo a las computadas en territorio gallego.

Vilardevós es otro de los municipios ourensanos mas castigados. Ha tenido hasta tres focos activos. Los iniciados en las parroquias de Vilar de Cervos y Moialde suman 1.400 hectáreas y siguen. El de Fumaces, que se da por estabilizado, se llevó por delante otras cien.

Uno de los frentes más recientes es el que se declaró en Carballeda de Avia el viernes. Se sumó al que comenzó ese día en el vecino Beade y hasta el momento ha puesto en jaque a vecinos tanto de pueblos de estos dos concellos como de Avión, Melón, Leiro e Ribadavia. La lista de concellos se completa con los de Maceda, Vilar de Barrio, Riós, San Cibrao das Viñas y Ourense.

El territorio en los incendios activos (sin contar los estabilizados) ronda las 69.000 hectáreas, según la última actualización de Medio Rural. Una cifra que se suma a la que se ha ido acumulando a lo largo del año en pequeños focos, no tan espectaculares, pero igualmente dañinos. Según los datos que ofrece Copernicus, el sistema de satélites de la Unión Europea que monitorizan el planeta, Ourense es la provincia española que más superficie ha perdido en lo que va de año. En concreto 147.866 hectáreas han ardido desde que arrancó el 2025. Ni siquiera la suma de la segunda y tercera del ránking (León y Zamora) alcanza tanto terreno calcinado.

Hay que tener en cuenta que estos datos son de su propio sistema europeo. La Consellería de Medio Rural solo detalla de aquellos que superan las 20 hectáreas o afectan a espacios protegidos; es por ello que hay más incendios que de los que se informa. La propia consellería cuenta que entre el 1 y el 16 de agosto se registraron 466 incendios.

Pontevedra es la segunda provincia gallega con más superficie quemada este año (1.733 hectáreas); A Coruña perdió 1.289 y Lugo 677. La realidad del territorio ourensano impulsa también a Galicia al primer puesto entre las comunidades con más terreno calcinado: 151.565 hectáreas.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciaba ayer que en la reunión del Consejo de Ministros del próximo martes se activará la declaración de zona catastrófica tanto para Ourense como para los otros territorios afectados por la última ola incendiaria: las provincias de León, Zamora y la comunidad de Extremadura. Sánchez avanzó también que habrá ayudas una vez se cuantifiquen los daños.

Ayer se dio otro respiro para los ourensanos: la Xunta ha conseguido asegurar la red eléctrica y de telecomunicaciones afectadas por los fuegos y hoy los centros de salud vuelven a la normalidad.

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