«Galicia pasouno moi mal, pero vaise recuperar», afirma Rueda en el inicio del curso político

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Feijoo vaticina un cuatrimestre «clave para el futuro de España» y para un Gobierno que «huele a rancio»
01 sep 2025 . Actualizado a las 12:28 h.Alfonso Rueda y Alberto Núñez Feijoo, presidentes del PPdeG y el PP, abrieron el curso político en la carballeira de San Xusto, en Cerdedo-Cotobade, con discursos centrados en la reciente crisis de los incendios y en la situación del Gobierno de Pedro Sánchez.
Pese a la lluvia asistieron unos 2.000 militantes. El invitado de honor fue el presidente de Andalucía, Juanma Moreno, al que Rueda calificó de «amigo solidario» por la ayuda que su comunidad prestó a Galicia en los incendios, un agradecimiento que hizo extensivo a otros presidentes.
Rueda afirmó que Galicia «pasouno moi mal» durante la crisis, pero «vaise recuperar». Afirmó que en unos días se aprobarán los presupuestos del 2026, con los que «seguiremos construíndo vivendas e hospitais» y haciendo «o que se lle pide a un goberno, nin máis nin menos».
Recordó que tener las cuentas vigentes ha permitido aprobar las ayudas por los incendios, que se podrán solicitar a partir de mañana y no tendrán límite presupuestario.
Rueda reclamó al Ejecutivo central que actúe con celeridad para aprobar las suyas, y subrayó que «non vale» el ritmo con el que envió ayuda por los incendios.
El presidente vinculó las ayudas y los presupuestos con la vuelta de Galicia a su «normalidad extraordinaria». Una situación que reconoció haber deseado este agosto. «Do que tiña máis ganas era de quitar o chaleco e afeitar a barba, iso significaba que as cousas ían a mellor», dijo aludiendo a la prenda reflectante que usó durante la crisis.
El titular de la Xunta agradeció el trabajo de todos los servicios de extinción, incluyendo los del Gobierno central, que «traballaron como os mellores cando os deixaron vir».
Se preguntó «que ten que pasar para que o Gobierno considere que está concernido» por una crisis, «ata onde debe chegar o grado de gravidade» de la situación para que no la vea como «unha oportunidade de queimar ao adversario».
Agradeció la colaboración con la Xunta y con los alcaldes de su partido de representantes de la oposición, pero no lo hizo extensivo a sus líderes autonómicos, Ana Pontón (BNG) y José Ramón Gómez Besteiro (PSdeG): «Cando xa estaba todo montado, algúns e algunhas non se sabía onde estaban. E cando chegaron fixeron o de sempre: liortas, rebumbio, decir o de sempre e tentar sacar rédito político».
Mostró su sorpresa porque no hubo «nin una manifestación pola corrupción, nin pola financiación, nin para que mandaran medios». La primera, remachó fue «para criticar o de sempre, demostrando que non lles importa o que pasou».
Se refirió también a la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, que «tivo o detalle de interrumpir as vacacións un día para manifestarse».
Rueda contrapuso esa actitud y la de Pedro Sánchez con la de Alberto Núñez Feijoo, que «si pode achegarse aos veciños».
El líder nacional del PP, que cerró el acto, cargó contra el Gobierno por lo que consideró «dejación de funciones» durante esta y anteriores crisis. «Mi concepto de nación es que lo que ocurre en una comunidad autónoma ocurre en toda España», y que los problemas que afectan al Estado son compartidos porque «el Estado somos todos».
Afirmó que hace falta un Gobierno «más preocupado por no perder los montes y los bosques de España que por perder el relato» y se comprometió a liderarlo: «Ocurra lo que ocurra en cualquier lugar y a cualquier ciudadano, será mi competencia» porque «el presidente se debe a cualquier ciudadano de España».
Feijoo rechazó el pacto de Estado ofrecido por Pedro Sánchez porque su Gobierno ni es capaz de aprobar los presupuestos, y acusó al Ejecutivo de usar las desgracias para sacar rédito político, lo que ha provocado «que se hable de España como de un Estado fallido». No lo es, subrayó, pero sí «tiene un Gobierno central fallido» que debe ser relevado.
Así lo demostraría el hecho de que las comunidades «se han prestado ayuda y se han coordinado sin que nadie las coordinase».
El presidente del PP advirtió de la pérdida de crédito internacional derivada de la «ineficiencia e indecencia» del Ejecutivo, que ha dejado un país que «no funciona», sin infraestructuras eficientes, en el que es imposible acceder a la vivienda y en el que no se controla la inmigración irregular.
Subrayó que su intención no es «gestionar los escombros del Sanchismo», sino sentar las bases de una nueva etapa. Pero también afirmó que «no hay que cambiar la estructura del Estado, hay que cambiar al Gobierno del Estado».
A su juicio, se abre un curso político que será «clave para el futuro de España» y para un Ejecutivo «que huele a rancio». Por eso instó a los militantes a «no bajar la mirada» y seguir «mirando a los ojos de la gente poque el Gobierno no puede hacerlo» y a «seguir mirando al futuro porque el Gobierno es pasado».