Francisco Garzón, maquinista del Alvia: «Es un accidente por falta de medidas de seguridad que me protegieran a mí y a las víctimas»

M. V. REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

la sexta

Ofrece su primera entrevista en televisión tras su condena en el que participan también su abogado defensor y tres víctimas del descarrilamiento en Angrois

15 sep 2025 . Actualizado a las 13:04 h.

«Una curva jodida. Sin señalización», comenzó definiendo Francisco Garzón, el maquinista del Alvia accidentado en Angrois, el punto donde el tren descarriló a 179 kilómetros por hora el 24 de julio del 2013. Garzón ofreció este domingo en La Sexta su primera entrevista en televisión tras ser condenado a dos años y medio de prisión por homicidio y lesiones por imprudencia grave. En el accidente del peor día de Galicia murieron 80 personas y 144 resultaron heridas.

«No deja de ser un accidente por falta de medidas de seguridad que me protegieran a mí y a las víctimas», defendió el maquinista su absolución, que aseguró tener «la conciencia tranquila» y contar con el perdón de muchos de los viajeros y de sus familiares. Apuntó a la ausencia de balizas o señalizaciones para indicar el frenado, y recordó la llamada del interventor que le hizo perder cualquier referencia. El abogado defensor, Manuel Prieto, expuso también en el programa la desconexión del ERTMS que privó al Alvia de un último aviso y el papel de Andrés Cortabitarte, director de Seguridad en la Circulación del Adif cuando se puso en funcionamiento la línea.

«El batacazo fue bestial», dijo Garzón sobre el descarrilamiento. Recordó los instantes posteriores al accidente, su primer pensamiento hacia los viajeros («se mataron todos», se temió), las heridas que sufrió y lo primero que vio: «Todo chatarra, gente por todos lados. La mente se autoprotege y no recuerda todo como es». De allí, en un coche patrulla al hospital, donde estuvo custodiado por dos agentes. «Un criminal, era yo el culpable, era todo responsabilidad mía», recordó sentir antes de ser arrestado y trasladado al calabozo.

Se preguntó por qué «no pasó ni medio segundo» y ya trascendió su identidad e incluso su domicilio. «¿Quién filtró todo eso?». Relató la presión mediática que sufrió entonces, y que se repitió al inicio del juicio diez años después.

El programa contó también con los testimonios de tres víctimas del accidente: Jesús Domínguez, que viajaba junto a su mujer y sus dos sobrinas; Teresa Gómez-Limón, quien viajaba sola y fue diputada autonómica del PP en Madrid; y Rogelio Bernardo, cuyo hijo murió. Los tres coincidieron en exculpar al maquinista.