La Fiscalía de Galicia está revisando «caso por caso» todos aquellos relacionados con los fallos de las pulseras antimaltrato

I. Castro-Pérez REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Unas de las más de 3.000 pulseras telemáticas que funcionan en España
Unas de las más de 3.000 pulseras telemáticas que funcionan en España Efe

El órgano judicial no tiene constancia de denuncias de las víctimas por el quebrantamiento de las medidas cautelares debido a problemas con estos dispositivos en la comunidad

24 sep 2025 . Actualizado a las 15:01 h.

La Fiscalía Superior de Galicia ha señalado este miércoles que «no tiene constancia» de ninguna denuncia en la comunidad por el quebrantamiento de medidas cautelares debido a fallos en las pulseras de control de cumplimiento de las prohibiciones de aproximación a las víctimas de violencia machista. Sin embargo, el órgano judicial ha asegurado que está estudiando «caso por caso» esta cuestión, junto a las cuatro audiencias provinciales gallegas. Así, están siendo revisadas todas las sentencias desde febrero del 2024, por instrucción de la Fiscalía General del Estado.

Pese a no haber recibido ninguna denuncia por parte de las víctimas por este motivo, como confirma la fiscala delegada de violencia de género en Galicia, María Elena Steinger Doallo, su Fiscalía especializada sí reconoce tener constancia de incidencias en los dispositivos activos en la comunidad. Estos fallos hicieron saltar las alarmas sin que el portador de la pulsera quebrantase realmente la prohibición de aproximación a la víctima.

La Fiscalía explica que los fallos identificados en la comunidad «son múltiples y se producen por una variada casuística». Entre ellos, destaca la separación del brazalete o tobillera del localizador GPS asociado, que este se quede sin batería o por la entrada de su portador en zonas sin cobertura. Según indica, esta última es habitual en el rural gallego, cuando la persona con esta medida cautelar vive «en zonas alejadas de pueblo o montaña».

También señala que acostumbran a recibir notificaciones porque la pulsera se acerca al área a la que su portador tiene prohibido el acceso. Normalmente, según explica el órgano judicial, porque este deba acudir a una consulta médica a un centro situado dentro del perímetro o por motivos laborales.

Todas estas incidencias son notificadas a la persona que tiene la medida cautelar, a la víctima y a la propia Fiscalía, a través del sistema Cometa. Una vez salta el aviso, el fiscal delegado de Violencia contra La Mujer estudia cada caso y decide si la incidencia es un riesgo para la víctima. Si es así, se exige la comparecencia inmediata del portador del dispositivo, para que explique el motivo o demuestre que la alerta fue debida a un fallo técnico. En caso de ser por esta última cuestión, debe acudir a un cuartel de la Policía Nacional a que le cambien la pulsera por otra en buenas condiciones.