La Xunta bajará al 3 % el impuesto a la compra de vivienda por familias monoparentales

Xosé Vázquez Gago
X. Gago SANTIAGO

GALICIA

Alfonso Rueda, flanqueado por Mariano Rajoy y Alberto Núñez Feijoo, a su llegada al desayuno informativo en Madrid.
Alfonso Rueda, flanqueado por Mariano Rajoy y Alberto Núñez Feijoo, a su llegada al desayuno informativo en Madrid. Diego Radamés | EUROPAPRESS

El tributo de transmisiones patrimoniales será nulo si el piso está en una zona poco poblada, ha dicho Alfonso Rueda, que también ha anunciado la compra de viejos bajos comerciales por la Xunta para destinarlos a alquiler social

16 oct 2025 . Actualizado a las 17:29 h.

La Xunta reducirá del 8 % al 3 % el impuesto de transmisiones patrimoniales (ITP) a las familias monoparentales que compren un piso. La deducción será al 0 % si el inmueble está en una zona poco poblada. Esa deducción ya se aplicaba a los menores de 36 años y a las familias numerosas. Así lo anunció el presidente, Alfonso Rueda, en un acto del Nueva Economía Fórum celebrado en Madrid este jueves.

Rueda explicó que la nueva deducción se incluirá en los presupuestos del 2026, que el Consello de la Xunta aprobará mañana. También está previsto elevar el techo de la citada rebaja del ITP, de forma que se beneficiarán el 95 % de las compras de vivienda por esos colectivos. El objetivo es que la vivienda «no sea un artículo de lujo» hasta el punto de que sea «inalcanzable».

Además, el presidente anunció otra medida «pionera»: la Xunta comprará antiguos bajos comerciales para rehabilitarlos y destinarlos a pisos de alquiler social. Esa posibilidad ya existe, pero el Gobierno gallego quiere demostrar, explicó Rueda, que es posible desarrollar con éxito esos proyectos.

Entre los problemas, el presidente consideró «inaceptable» el «hachazo brutal» a las comunicaciones aéreas de Galicia, con una pérdida del 17 % de las plazas. Rueda, que mantendrá una próxima reunión con el presidente de Aena, Maurici Lucena, consideró que es necesaria coordinación para lograr un «país cohesionado».

Rueda también se refirió a las infraestructuras ferroviarias. Destacó que Portugal ya está construyendo las vías para enlazar con Galicia, mientras «aquí seguimos lanzando papeles y estudios y no se hace nada». Sería «lamentable» que los portugueses terminasen su parte y España no hubiese concluido su tramo de 35 kilómetros. 

Criticó además que nos «sigan tomando el pelo con el tema de la autopista [AP-9]». Consideró que si «el clamor» para eliminar los peajes se atendería si partiese de otra comunidad «en la que ustedes están pensando».

También mostró su rechazo al recurso presentado por el Gobierno contra la repotenciación de los parques eólicos, que reduciría el número de aerogeneradores en los montes. Añadió que «no se atreverían», el Gobierno, a actuar igual en otras comunidades.

Volvió a criticar un sistema de cupo para la financiación autonómica y también la llamada «condonación de la deuda» de las comunidades —que no se perdonaría, sino que pasaría al Estado—, que calificó como «un negocio ruinoso para Galicia» y para las comunidades que han hecho una «gestión racional de sus recursos», ya que asumirían el crédito de otras comunidades. Según explicó, cada gallego pasaría a deber 200 euros más.

Otra de las preocupaciones que expresó es la mayor centralización de los recursos europeos en lugar de las regiones. Consideró que la tramitación de los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) es un «fracaso absoluto».

Evitó cargar las tintas contra el Ejecutivo central, pero sí subrayó las notables diferencias de gestión como el hecho de que Galicia lleve 16 años aprobando presupuestos mientras desde el Gobierno, quienes no son capaces de aprobarlo, transmiten el «auténtico disparate» de que «no pasa nada» o incluso es positivo.

También contrapuso la política fiscal. Acusó al Ejecutivo de seguir subiendo tributos mientras que Galicia aplica una «política fiscal razonable», con la que los gallegos «ahorran una media de 500 euros al año en su declaración» mientras mejoran las cifras de crecimiento y empleo.

En esa línea, el presidente recordó otras medidas que se aplicarán en las cuentas del 2026, como la aplicación de ventajas fiscales a los contratos de vitalicio -la cesión de bienes a cambio de cuidados hasta el final de la vida- o la liberación de tributos a las ayudas que perciben los enfermos de ELA, unas 300 familias, y de otras dolencias.

El titular de la Xunta insistió además en la voluntad de su Gobierno de seguir atrayendo turismo e inversiones, y destacó la solidez de la economía gallega, que supera el crecimiento y la creación de empleo medias en España. Según las estimaciones de la Xunta, el paro caerá en la comunidad por debajo del 8 % el año que viene.

Rueda fue presentado por Mariano Rajoy. El expresidente del Gobierno le describió como un «político con experiencia sobrada» y «bagaje», que «tiene muy claras sus ideas» y no las cambia «como otros que siguen el modelo de Groucho Marx: estas son mis ideas y, si no le gustan, tengo otras».

También vaticinó que el PP, liderado por Alberto Núñez Feijoo, también presente en el acto, volverá a gobernar España porque «a un extremismo no se le puede oponer otro extremista, porque, si no, nos convertiremos en un país bastante complicado».

Rueda agradeció la asistencia de Feijoo, a quien destacó como «el mejor presidente de la Xunta»; al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, un «madrigallego que ejerce»; a sus hijas, sus «mayores críticas», y a Rajoy, «un amigo» al que «echamos de menos cada vez más como presidente del Gobierno».