Rueda defiende la alternativa de convertir bajos en pisos y Pontón le pregunta al presidente si viviría en un espacio así
GALICIA
El BNG acusa al PP de haber desmantelado en 15 años la política social para mejorar la accesibilidad y pregunta al presidente si viviría en un bajo comercial en un pleno en el que el líder socialista, José Ramón Gómez Besteiro, ha cuestionado la capacidad de los presupuestos para afrontar los grandes desafíos de Galicia
22 oct 2025 . Actualizado a las 22:31 h.El acceso a la vivienda ha acaparado la sesión de control al presidente en el Parlamento en la semana en la que la Xunta ha presentado en la Cámara los cuartos presupuestos de Alfonso Rueda como jefe del Ejecutivo gallego. El máximo mandatario gallego ha reafirmado el compromiso del Gobierno de duplicar el parque público de viviendas en la legislatura, de forma que pase de 4.000 a 8.000. «A vivenda é un proxecto estrela da Xunta», insistió Rueda, que respondía así a la líder de la oposición, la portavoz del Bloque, Ana Pontón, que en el turno de preguntas dejó caer dos datos sobre esta política pública, el gran reclamo de las cuentas actualmente en vigor: la consellería apenas ejecutó el 12 % en el primer semestre de este año, porcentaje que baja al 5 % en el acceso. «Levan vostedes 15 anos dinamitando a política social de vivenda», reprochó Pontón, quien acusó a la Xunta de vivir instalada en la propaganda y gobernar a golpe de ocurrencias, como la de plantear que los bajos comerciales puedan convertirse en viviendas. Esto llevó a la líder del BNG a preguntarle a Rueda si viviría en un espacio así. La portavoz volvió a plantear un programa de compra pública impulsado por la Administración autonómica en un territorio «onde hai 90.000 vivendas baleiras».
El presidente de la Xunta afeó a Pontón su poco grado de conocimiento en materia de ejecución presupuestaria, por el tiempo que lleva construir viviendas, al tiempo que defendió la alternativa de los bajos como una opción siempre que reúnan las condiciones técnicas y de habitabilidad. Una opción que existe en Santiago, recordó, donde gobiernan los nacionalistas. «O alcalde de Pontevedra está dacordo coa nosa política de vivenda, pero non fai de soldadiño da UPG», sostuvo Rueda sobre el nacionalista Miguel Anxo Fernández Lores. El presidente preguntó al BNG por qué es tan bravo en Galicia y tan manso en Madrid, y por qué no interpela en el Congreso al Gobierno de Sánchez, que prometió 180.000 viviendas.
El tiempo de permanencia en política volvió a enfrentar al presidente y a la líder de la oposición.«Eu estou encantado de vela de deputada: eu no Goberno e vostedes na oposición», dijo Rueda, quien vinculó esta realidad con un Bloque controlado por un partido, la UPG, que acaba de llamar a la movilización y tensión social para ganar brazos en la causa nacionalista. Pontón le recordó al presidente que él lleva 30 años subido al coche oficial y que era presidente de Nuevas Generaciones cuando Pablo Crespo (que acaba de reconocer los pagos en negro) era secretario de Organización del PPdeG. Y le preguntó si el nacionalismo no se puede manifestar y los populares sí, como ya hicieron «contra o galego ou reuníndose con todo o facherío na praza de Colón en Madrid».
Críticas a los presupuestos
Por su parte, el secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, aprovechó su intervención para cuestionar la utilidad de los presupuestos y emplazar al presidente gallego a explicar a los ciudadanos por qué la Xunta se afana en decir que la condonación de la deuda es mala para Galicia, cuando permitiría «aforrar 600 millóns na partida de gasto da débeda» que se sitúa en 1.800 millones de euros. El líder de los socialistas cuestionó la eficacia de una política presupuestaria en una Galicia en la hay 22.600 demandantes de vivienda, 50.000 personas en lista de espera y una espera en dependencia en 349 días. Besteiro insistió en que las bonificaciones fiscales benefician a una minoría de privilegiados, mientras Rueda respondió que el 90,5 % de las rebajas fiscales tienen como destinatarios las rentas medias y bajas.