El fiscal reduce a dos años y nueve meses la condena que pide para Campanario

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La fiscalía retira para la esposa del torero Jesulín de Ubrique y su madre la calificación delictiva de usurpación de identidad.

07 jun 2011 . Actualizado a las 23:54 h.

El fiscal de la Audiencia Provincial de Cádiz ha reducido hoy la condena inicial de cuatro años y medio que pedía para María José Campanario y su madre, Remedios Torres, por la presunta implicación de ambas en la trama de la operación Karlos, a dos años y nueve meses de prisión.

La fiscalía acusa a la esposa del torero Jesulín de Ubrique y a su madre de delitos de estafa y falsedad en documento público para intentar obtener de forma fraudulenta una pensión por incapacidad laboral para su madre, y retira para ambas la calificación delictiva de usurpación de identidad, que, según el fiscal, se produjo cuando una mujer, la madre de la novia del supuesto cabecilla de la red, fue a hacerse una prueba médica haciéndose pasar por Remedios Torres.

El fiscal pide también cuatro años de cárcel para el exjefe de la Policía Municipal de Ubrique (Cádiz), Carlos Carretero, supuesto cabecilla de la red, y nueve años para el inspector médico Francisco Casto, quien, según las acusaciones, lograba agilizar los trámites para obtener fraudulentamente las pensiones de incapacidad manipulando informes médicos.

El fiscal ha solicitado penas de un máximo de dos años de prisión para quince de los 25 acusados de esta trama que, al inicio del juicio, alcanzaron un acuerdo con el ministerio público para reconocer su implicación en la trama a cambio de conseguir penas menores que, si se plasman en una sentencia, no implicarían su ingreso en prisión. María José Campanario y Remedios Torres rechazaron ese acuerdo y han mantenido su inocencia durante el juicio, en el que han apuntado que fueron engañadas por la trama que dirigía Carlos Carretero.

Tampoco llegó a ese acuerdo el inspector médico Francisco Casto, para quien el fiscal en sus conclusiones definitivas pide nueve años de cárcel, uno menos de los que pedía en un principio. Tanto su abogado, Felipe Meléndez, como el de Campanario y Remedios Torres, Francisco Baena Bocanegra, han adelantado hoy en la vista oral que seguirán reclamando la nulidad de las conversaciones telefónicas intervenidas a los acusados durante las investigaciones de la trama, un hecho que ya plantearon en la instrucción y al comienzo del juicio y que ha sido rechazado varias veces por el tribunal, que las ha aceptado como prueba.