El estado de salud del príncipe Johan Friso de Holanda no ha variado en las últimas 24 horas y, si bien sigue estable, aún no está fuera de peligro después de haberse quedado atrapado por un alud mientras esquiaba en la localidad austríaca de Lech, según ha informado la Casa Real holandesa. El príncipe, de 43 años, se encuentra ingresado en la unidad de trauma de cuidados intensivos de un clínico de Innsbruck. «No hay un cambio en el estado del príncipe. En consecuencia, todavía no está fuera de peligro», señala.
Al hospital se acercó ayer su hermano, el príncipe heredero Guillermo, y la princesa Máxima, mientras que a la reina Beatriz y la esposa de Johan Friso, Mabel Wisse Smit, se las pudo ver consolándose del dolor.
Friso de Holanda estuvo 20 minutos bajo la nieve y, tras ser rescatado, tuvo que ser reanimado por los servicios de rescate. Estaba esquiando con otra persona, que fue la que dio la alarma tras quedar enterrado. A pesar de que en la zona había una alarma de aludes de grado 4 sobre una escala de 5, el príncipe, un experimentado esquiador que conoce la zona desde su juventud, estaba esquiando fuera de las pistas.
Llevaba consigo un GPS para casos de avalanchas, lo que facilitó su localización. Michael Manhart, responsable de la seguridad en buena parte de la estación de Lech donde ocurrió el suceso, negó que el accidentado actuara de forma irresponsable. «El príncipe ha estado tan a menudo en Lech que sabía exactamente lo que hacía», dijo.
El heredero da las gracias
Por su parte, el príncipe heredero Guillermo-Alejandro de Holanda dio ayer a los ciudadanos holandeses y austríacos sus muestras de apoyo con la familia real tras el grave accidente que sufrió su hermano pequeño.
El heredero dio en alemán las gracias por los «buenos deseos» de los ciudadanos. También pidió respeto a los numerosos periodistas que han acudido a la localidad austríaca para cubrir la noticia del accidente.