Jennifer Lawrence considera que la publicación de las fotos robadas en las que aparecía desnuda es un delito sexual. «Es un abuso sexual. Repugnante. Es necesario que cambien las leyes, y nosotros también debemos cambiar. Por eso estas webs son responsables», ha asegurado la ganadora de un Oscar por El lado bueno de las cosas en una entrevista que publica este martes la revista Vanity Fair.
Hace unos meses, hackers robaron de servicios en la nube miles de fotografías privadas -incluidos algunos desnudos- de famosos, entre ellos Jennifer Lawrence. «Es mi cuerpo, y (enseñarlo) tiene que ser mi decisión», sostiene la actriz. «El hecho de que no lo fuera es repugnante. No puedo creer que vivamos en un mundo así», admite la intérprete que también afirmó que se había sentido violada y que ahora teme que el robo de estas fotografías afecte su carrera. «Que yo sea una personalidad pública, que sea una actriz, no significa que me haya buscado esto», aseveró.
Jennifer Lawrence, de 24 años, no puede entender cómo alguien puede explotar y abusar sexualmente de otra persona y que su primer pensamiento sea sacar beneficio. «No soy capaz de imaginar a alguien tan desconsiderado, insensible y vacío por dentro», explica a la revista que la lleva en la portada de su versión estadounidense del mes de noviembre.
Jennifer Lawrence había enviado las fotografías a su entonces novio en un momento en que tenían una relación a distancia. Al principio quiso escribir un comunicado para responder a la filtración, contó, pero explicó: «Cada cosa que trataba de escribir me ponía a llorar o me ponía furiosa». Luego «comencé a escribir una disculpa, pero no tengo nada de qué disculparme. Estaba en una relación buena, amorosa, saludable, por cuatro años. Era a distancia y tu novio se va a poner a mirar porno o te va a mirar a ti».
Más de una docena de celebridades de Hollywood han amenazado con demandar a Google por no haber conseguido detener las filtraciones. Una carta del prominente abogado de la ciudad del oropel Marty Singer publicada en el Hollywood Reporter advierte que las estrellas podían exigirle al buscador una indemnización de 100 millones de dólares.