Los responsables de la franquicia se están planteando prescindir de la actriz para la nueva película de la saga porque ya no se parece a su protagonista
04 nov 2014 . Actualizado a las 19:10 h.Renee Zellweger ha dejado de ser Bridget Jones. Seguramente la actriz estará encantada con su nuevo rostro, ese que tantos debates ha generado estas últimas semanas sobre el manejo del envejecimiento y el abuso del bisturí, pero lo cierto es que, se mire por donde se mire, y se vuelva a mirar otra vez, no queda en él ni rastro de aquella treintañera rellenita, que relataba en su diario sus fallidas relaciones amorosas y que, paradojas de la vida, acabó convertida en símbolo de la imperfección mortal y adorable, reflejo de toda una generación. Renee Zellweger siempre fue Bridget Jones. Pero entonces se operó.
No hay confirmación oficial que atestigüe el paso de la actriz por el quirófano, cierto. No es necesario. Sus recolocadas facciones no solo le han costado las críticas de medio mundo y el rechazo de aquellos que siempre adoraron su particular belleza, sino que además todo apunta a que también le pasarán factura en su bolsillo. Dice el diario británico Daily Star que los responsables de la saga Bridget Jones están barajando la opción de prescindir de Renee en la tercera (próxima) entrega de la ficción. Los rumores llegan con peso esta vez. Ya hay nombre para la sustituta: Reese Witherspoon, protagonista de Una rubia muy legal.
Siguiendo la estela de otros nombres como Matthew McConaughey o Vince Vaughn, que subieron a los altares de Hollywood de la mano de la comedia y ahora intentan mantenerse en el terreno dramático, Witherspoon ya es dueña de un Oscar por su trabajo en la cinta En la cuerda floja y cuenta con varias papeletas para agenciarse otro por su interpretación de una joven adicta a la heroína en Alma salvaje (Wild). 25 millones de dólares es la cifra con la que, según el portal británico, le han tentado los productores.
De su respuesta a la suculenta oferta poco se sabe. Desde el Daily Star hacen referencia a la reticencia de la actriz, que se vería obligada a someterse a un considerable atracón alimenticio para ganar unos cuantos kilos y dar la talla, literalmente, en la historia de la desafortunada londinense y su diario. Lo que está claro es que sin la posibilidad de recuperar a la antigua Renee, aunque Reese Witherspoon aceptase someterse al descarado cambiazo, Brigdet Jones no volverá a ser nunca lo que fue. Menos todavía sin la presencia del galán gamberro de la saga, Hugh Grant, quien ya confirmó que no volvería a ponerse nunca más en la piel de Daniel Cleaver.