Trump no deportará al príncipe Enrique porque ya tiene bastante con Meghan Markle: «Es terrible»
GENTE
![El príncipe Enrique y Meghan Markle en la apertura de loa Juegos Invictus](https://img.lavdg.com/sc/Ym70ZLsvRpapyNXakL7_wa7UHsg=/480x/2025/02/09/00121739118122176159916/Foto/reu_20250209_020232817.jpg)
El think tank Heritage Foundation había intentado que se publicase su petición de visado para comprobar si había hablado de su uso de drogas en el pasado. Ahora, el presidente dice que prefiere dejarlo en paz
10 feb 2025 . Actualizado a las 11:45 h.Desde prácticamente el primer día de su mandato se han visto imágenes de aviones deportando inmigrantes de Estados Unidos. Sin embargo, Donald Trump no echará del país al príncipe Enrique, cuyo estatus legal en el país había quedado en entredicho después de que él mismo confesara en su libro Spare (que en España salió publicado con el título de En la sombra)que había consumido drogas blandas en el pasado y que ha llevado al think tank Heritage Foundation a solicitar que se haga pública su solicitud de entrada en el país para comprobar si mintió sobre el uso de drogas, algo que fue rechazado por la justicia
«No lo haré. Lo dejaré en paz, ya tiene bastante con su esposa. Es terrible». Es la respuesta que Trump ha dado al New York Post sobre si estaría de acuerdo en deportar a Enrique. La contestación es una recogida de cable con respecto a hace un año, cuando acusó al hijo pequeño de Carlos III y Diana de Gales de haber «traicionado a la reina», afirmaba que de ser por él, lo dejaría solo, y prometía que si se demostraba que había mentido para solicitar la residencia «se tomarían las medidas apropiadas».
Heritage Foundation, un think tank conservador, denunció al departamento de Seguridad Nacional para intentar tener acceso al expediente de Enrique y así comprobar si había ocultado que había sido consumidor de cocaína, cannabis y setas alucinógenas en su solicitud de visado, circunstancia por la que le habría sido denegada la entrada en el país. Enrique reside desde el año 2020 en Montecito, en el estado de California, con Meghan Markle y sus dos hijos.
La relación entre Trump y los exmiembros de la familia real británica nunca ha sido buena. En el año 2020, Enrique y Meghan grabaron un vídeo en el que hacían un llamamiento al voto (sin optar por ninguno de los candidatos para no meter en un aprieto al hijo del actual rey de Inglaterra) y Enrique pedía que no se optase por los discursos de odio, una clara referencia a la deriva que ha tomado el partido conservador estadounidense.
La propia Meghan Markle, a la que ahora Trump califica de «terrible», mostró públicamente su apoyo a Hillary Clinton en las elecciones del 2016 y acusó al actual presidente (y vencedor en aquellos comicios) de divisivo y misógino. La duquesa de Sussex ha participado en el activismo contra el racismo en Estados Unidos y ha estado en contacto con el movimiento Black Lives Matter.
En cambio, Trump sí ha tenido buenas palabras para el hermano mayor de Enrique y heredero al trono británico. El presidente estadounidense ha dicho de Guillermo, al que conoció en la reapertura de la catedral de Notre Dame, que es un «buen tío».
Los duques de Sussex han reaparecido este fin de semana públicamente en la inauguración de los Juegos Invictus en Vancouver, iniciativa impulsada por el propio Enrique. Meghan Markle, que ha reactivado su perfil de Instagram, ha compartido algunas emotivas imágenes de la apertura de estos juegos, en los que compiten hasta 25 países. La aparición pública de ambos, que se besaron y dieron la mano en varias ocasiones, parece poner fin a los rumores de crisis en la pareja. El propio Enrique decía hace un par de meses que lo mejor es «ignorar» este tipo de comentarios, porque si por ellos fueran, ya se habría divorciado «diez o doce veces».
Una de las batallas más difíciles del nieto de Isabel II ha sido precisamente contra los tabloides y la prensa del corazón. Hace un par de semanas, un acuerdo extrajudicial daba la victoria al hijo de Diana de Gales en su denuncia contra el conglomerado mediático de Rupert Murdoch, victoria que ha incluido una disculpa pública.
«Diana estaría orgullosa», decía Charles Spencer, su tío, sobre el desenlace del proceso. El tratamiento al que fue sometida Meghan Markle cuando se hizo pública su relación con Enrique y, por supuesto, el trágico final de Lady Di, que murió en un accidente de coche en París mientras era perseguida por unos paparazi, llevaron a Enrique a enfrentarse judicialmente a tabloides, a los que acusó de obtener ilegalmente la información que publicaban, incluyendo escuchas telefónicas, seguimientos y uso indebido de información privada.