Una tiktoker y la misión imposible de conseguir litera en el Camino: «60 personas para 40 plazas en el albergue, no se reserva, esto es peor que Pekín Express»

GENTE

Una peregrina ha grabado un vídeo mientras cumplía con la etapa en el que detalla la afluencia masiva de gente ya en mayo en la ruta jacobea. Los albergues públicos, con un número limitado de plazas, obligan a buscar alojamientos privados o a buscarse la vida para poder pernoctar
16 may 2025 . Actualizado a las 13:58 h.Casi 500.000 personas peregrinaron a Compostela el año pasado. Es una cifra récord que canaliza a Galicia a un gran número de visitantes. Para los que cogen el bastón (o la bici, o el caballo, o el barco) y se ponen a andar (o a pedalear, o a galopar, o a navegar), la motivación puede ser la de retarse a uno mismo en la aventura o hacerse también con carácter religioso. En cualquier caso, ante el aumento exponencial de peregrinos, conseguir la Compostela, no es fácil si uno quiere ir a lo barato, aprovechando la red pública de albergues en diferentes localidades. Si en 2022, el segundo año prorrogado del último Xacobeo postpandémico, fueron 435.000 personas las que llegaron a la praza do Obradoiro, ahora son 70.000 más en las diferentes rutas jacobeas. Y subiendo. En 2024, un 12 % más de caminantes se pusieron a ello, con crecimientos tan llamativos como los del Camino Portugués de la Costa, que aumentó afluencia en un 41,5 %.
La Red Pública de Albergues del Camino de Santiago en Galicia está al máximo de su capacidad ya a estas alturas del año. 76 centros repartidos por toda la comunidad con más de 3.000 plazas. Pero no hay siempre litera para todos. Según la web del Xacobeo, su carácter público tiene grandes beneficios, costando 10 euros la única noche que un peregrino puede pasar en cada uno durante su ruta (no vale repetir si te gustó la localidad). Cuentan con ropa de cama desechable y duchas de agua caliente para vitaminarse antes de enfundarse las botas de nuevo. A las 8 hay que abandonarlos y están abiertos de 13 a 22 horas. Y ojo, porque no hay reservas. El primero que llega, asegura su plaza hasta que se agoten. Si los horarios y las normas no gustan, o si nos quedamos sin cama porque la etapa se nos hizo cuesta arriba, toca acudir a cualquier otro alojamiento de carácter privado pagando lo que corresponda.
Sobre esta situación, la de una red de albergues al límite de su capacidad ante el éxito turístico del Camino de Santiago, se ha referido la tiktoker @Siesquenosmosnadie, tomándose con mucho humor la situación. «Tengo el convencimiento de que antes de que termine la semana que algunos terminan a hostias. En el albergue éramos 60 personas y en el albergue al que tenemos que llegar hoy hay 40 plazas», dice en el vídeo subido a su perfil en esta red social.
Mientras camina portando su mochila ayudada por un bastón, continúa relatando lo que se está convirtiendo en una exigente carrera contrarreloj por llegar cuanto antes a cada meta volante: «Si no llegas a tiempo para conseguir tu plaza tienes que seguir unos cuantos kilómetros más hasta otro pueblo. Como alguien ha llamado para reservar y le han dicho que no se reserva, que el que llegue pilla cama pues esto está siendo la película Ratas a la carrera, Pekín express, El juego del calamar y el Adivina quién muere esta noche».
En la retahíla de anécdotas vividas por la peregrina, destaca «la de una portuguesa a la que escuché hablando por teléfono». «Decía que ella que no se iba a quedar en la calle. Que si hacía falta que "collía un carro". Cogía un blablacar, dedo o lo que hiciera falta», apunta esta usuaria de TikTok en una publicación que han visto ya casi 3 millones de personas.