
Casi dos años después del escándalo que supusieron sus fotos por las calles de Madrid, la exmujer de Cayetano Martínez de Irujo ha llegado a los tribunales por esas instantáneas
23 sep 2025 . Actualizado a las 13:45 h.«He fotografiado a Genoveva Casanova con un hombre que parece Federico de Dinamarca». Esa frase, escrita en un escueto mensaje a la colaboradora de Telecinco Sandra Aladro, era el anticipo de un escándalo que removió los cimientos de la monarquía danesa hace ahora casi dos años. Efectivamente, unas semanas después, la revista Lecturas publicaba unas fotografías en las que Genoveva Casanova y el por aquel entonces príncipe Federico de Dinamarca paseaban solos por las calles de Madrid. No solo eso, acudieron a cenar juntos y él fue visto saliendo de la casa de ella con una maleta.
Una simple casualidad fue lo que propició esas inimaginables fotografías, por las que ahora Genoveva Casanova sienta en el banquillo a los responsables de su publicación, la revista Lecturas, y les pide una cuantiosa indemnización por los prejuicios que le causó. En total, Genoveva Casanova solicita un millón de euros.
«Aunque hay gente que a día de hoy no se lo puede creer, yo me encontraba buscando sitio para aparcar cerca del Retiro y vi a Genoveva Casanova con un hombre. Mi chip periodístico me hizo pensar que podía ser su nueva pareja y yo desde el coche cogí la cámara y les hice una foto entrando en su casa. En ese momento miré las imágenes y le vi el parecido a Federico de Dinamarca y avisé a mis compañeros», cuenta el el paparazi Pepelu, autor de aquel increíble mensaje de texto. Es decir, fue una foto espontánea, sin saber que realmente Genoveva Casanova paseaba por Madrid junto al actual rey de Dinamarca.
Al ver el gran parecido del acompañante de Genoveva Casanova con Federico de Dinamarca, el paparazi activó un seguimiento. «Sobre las ocho y media llegó un coche y recogió a ambos, hicimos el seguimiento y nos llevaron hacia el restaurante en el que cenaron los dos. Decidimos cenar en un reservado, nos quedamos escondidos y salieron los últimos; una señal de que no querían que los vieran y ahí les recogió el mismo coche. Conseguimos adelantar e hicimos una foto en casa de Genoveva. Él salió a las ocho de la mañana dando vueltas por el barrio hasta que le recogió otro coche del cuerpo diplomático de la embajada de Dinamarca. Creo que no era la primera vez que iba ahí».
Las imágenes de Federico de Dinamarca, «solo y desorientado», vagando por las calles de Madrid esperando a que un coche de la embajada oficial danesa viniese a recogerlo causaron cierta preocupación. «Es un príncipe heredero solo en Madrid, puso en peligro su seguridad porque no iba nadie con él... caminó durante diez minutos desorientado, estaba solo, se paró en una parada de autobús y al final terminó llamando a un coche diplomático que acudió a los segundos», insistía Sandra Aladro en Telecinco hace casi dos años.
El director de Lecturas, Luis Pliego, recordaba en el programa de Telecinco El precio de..., presentado por Santi Acosta y que en su última emisión el lunes por la noche repasaba las exclusivas, cómo había reaccionado al ver las fotos. «Me citaron con la agencia de fotógrafos más grande de este país y en un portátil me lo pusieron delante y digo '¿Es Federico de Dinamarca?'. Pensé que no podía ser porque aunque solo estuvieran tomando algo en una cafetería ya era una noticia. No tardamos mucho en negociar esa imágenes porque si lo tienes, ¿cómo no vas a darlo?», confirmaba.
Sandra Aladro añadía que el reportaje «superó los 100.000 euros en todo el mundo, pero sobre todo fue uno de esos reportajes en lo que lo más trascendente fue lo que supuso». «Puso en entredicho al heredero», apostilló Pliego.
El director de Lecturas añadía que él era uno de los que había acudido al juzgado a declarar por la demanda millonaria de Genoveva Casanova, en la mañana de ayer, lunes 22 de septiembre. «Hemos ido 15 personas. Nos decía el personal judicial que nunca habían visto a tanta gente declarando por un caso», explicaba, sin poder datos de cómo detalles de la declaración, pero sí resaltó «la importancia de estas fotografías. Por supuesto es periodismo».
Cronología de un escándalo y una abdicación
Casi dos años después Federico de Dinamarca es el actual rey, junto a su mujer, Mary Donaldson, y Genoveva Casanova sigue son su vida en Madrid, bastante alejada de los medios. Las fotos de los dos por Madrid, donde se dio por hecho que los unía algo más que una buena amistad, generaron una polémica que traspasó fronteras e incluso, para algunos, aceleró la abdicación de la reina Margarita en su primogénito.
Aunque algunas fuentes especulaban que lo de Genoveva Casanova y Federico de Dinamarca podría ser un simple affair, otras llegaron a asegurar, como Pilar Eyre en Lecturas, que lo suyo fue una relación seria, que duró dos años y que tuvieron que romper para que él pudiese acceder al trono danés. La periodista ponía fechas y lugares a esta relación, hasta el momento de su descubrimiento totalmente clandestina. Aseguraba que ambos se habían conocido en una cacería hacía años y que el amor surgió hace dos (en el 2021). No fue nada superficial, era algo serio para ambos, aseveraba Eyre, argumentando que Federico estaba «muy enamorado» y que Genoveva Casanova no era «frívola» en este tipo de relaciones.
Daba incluso más datos. Decía que los días en los que fueron descubiertos por los paparazi, se trataría de su último encuentro a modo de despedida. Sabedor de la inminente abdicación de su madre, la reina Margarita, Federico de Dinamarca habría viajado a España para «despedirse» de Genoveva y «romper» su relación. Fue ahí cuando los fotógrafos los captaron juntos y saltó el escándalo, que además coincidió con un viaje oficial de los reyes Felipe VI y Letizia Ortiz a Dinamarca.
Más tarde llegaría la «huida» de Mary Donaldson a Australia, y su supuesto ultimátum a la reina Margarita, lo que habría acelerado sus planes para dejar el trono. Dicen en Dinamarca que Federico se enteró tan solo tres días antes de la abdicación de su madre de que se convertiría en rey de manera inminente. Pero es prácticamente imposible que el heredero al trono no conociese los plazos de su coronación.