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El técnico pasa de contar con un grupo reducido a tener casi todos los puestos cubiertos
03 ago 2016 . Actualizado a las 15:25 h.A Berizzo le espera un nuevo escenario la próxima temporada. Por primera vez tendrá a su disposición una plantilla amplia, lo que pondrá a prueba sus dotes de gestor de grupos. Repartir minutos sin perder competitividad con los tres frentes abiertos y mantener la convivencia exquisita como uno de los puntos de apoyo fundamentales en el crecimiento del Celta, es el reto.
Los dos años anteriores Berizzo ha dispuesto de planteles cortos. El primer curso montó sus equipos entorno a 14 jugadores con otros cinco entrando asiduamente. El segundo, por las lesiones, el cartel de habituales se lo colgaron 13 jugadores y otros ocho fueron completando los minutos. En estos dos primeros curso uno de los aspectos por los que más fue cuestionado fue por su tardanza a la hora de hacer los cambios, prueba de su total confianza en el grupo elegido.
Ahora cambia el escenario de un modo radical. El Toto reclama 22 jugadores de campo, tres porteros y dos canteranos (Brais y Pepe) adscritos a la disciplina del primer equipo. En teoría, 27 jugadores para repartir el mínimo de 46 partidos que se viene encima (cifra que podría dispararse si el equipo avanza en Europa y en la Copa del Rey).
En esta ocasión, además, el entrenador argentino contará con variedad en todas las demarcaciones. Para comenzar, dispone a día de hoy de nueve defensas (aunque alguno puede salir cedido), cinco mediocentros (contando a Pape Cheikh) y nueve jugadores para los cuatro puestos de ataque (enganche y los tres puntas), además de Beauvue, que debe estar disponible en cuestión de tres meses.
Al margen del número hay que tener en cuenta el caché de los jugadores. A medida que ha ido aumentado la exigencia, creció el nivel de la plantilla y cada vez son más gallos en el mismo vestuario. Jugadores en algunos casos internacionales con sus países que pueden tener complicado hacerse un hueco en el once inicial dentro de una hoja de ruta en donde todo apunta a que se repetirá el 1-4-2-1-3 como sistema táctico, aunque abierto a algunas variantes.
Berizzo ya ha enviado un primer mensaje al vestuario. «Todo el mundo debe estar preparado y debe creerse suplente y aspirar a ser titular». En Italia se está librando en estos momentos una batalla por la pole.
El Pisa, de la Serie B, segundo rival de los vigueses en la gira italiana
Después de cuatro entrenamientos en dos días, el Celta afronta (21 horas) la segunda cita amistosa ante el Pisa recién ascendido a la Segunda División A del fútbol italiano y que esta misma semana se quedó sin Gennaro Gattuso como entrenador al dimitir el que fuera mítico jugador de la selección italiana.
Berizzo anunció antes de partir que era el momento de intensificar los esfuerzos y que los elegidos ya jugarán muchos minutos. Teniendo en cuenta que el grueso del once titular del pasado domingo jugó una hora, todo apunta a que hoy apostará por una formación muy renovada con otros jugadores que deben asumir ese mismo esfuerzo.
Una de las novedades podría ser Pione Sisto, que aunque solo acumula tres entrenamientos con los célticos, ya está rodado con seis partidos oficiales encima y necesita integrarse en la dinámica del grupo cuanto antes.
Los célticos se encontrarán con toda probabilidad con el hándicap del terreno de juego. No solo por los problemas estructurales (el Pisa solo tiene autorización para abrir dos gradas) sino porque el campo terminó la pasada temporada como una auténtico patatal, casi inservible.
Antes de viajar a Pisa, el equipo vigués tendrá un entrenamiento a primera hora en Florencia, sede de la concentración italiana.
A los célticos les esperan 24 partidos en tres competiciones hasta final de año
A favor de la cohabitación de 25 o más jugadores en el mismo vestuario juega la condensación de partidos, el motivo principal por el que Berizzo ha reclamado una plantilla amplia, para poder atender a los tres frentes con garantías y no tener que tirar partidos como sucedió el curso pasado en alguna cita liguera cuando el conjunto vigués se metió en el tramo importante de la Copa del Rey (cuartos de final y semifinales).
Porque entre el pitido inicial de la Liga y el 21 de diciembre (en el margen de 132 días) al Celta le esperan 24 partidos oficiales, 16 de Liga, seis de la fase de grupos de la Europa League y la primera eliminatoria de la Copa del Rey, que frente a alguno de los equipos supervivientes de Tercera y Segunda B según consta en el reglamento del torneo (por disputar el Celta competición europea).
Berizzo tiene la secuencia en la cabeza y quiere un inicio fuerte para los dos primeros partidos a disputar en el mes de agosto ante del primer parón de selecciones. «Nuestros arranques han sido buenos y espero que lo sigan siendo», recordó.
A la vuelta de ese primer parón, en donde varios internacionales se ausentarán de Vigo, el cuadro celeste debe afrontar una secuencia de siete partidos casi consecutivos, con una jornada de Liga en miércoles y con la irrupción de la Europa League, que durante el mes de septiembre vivirá sus dos primeras jornadas. Entre el 10 de septiembre y el 3 de octubre, fecha prevista para el siguiente parón, el Celta jugará dos partidos por semana sin ninguna de descanso por el medio.
Octubre ofrece una pequeña tregua con una semana de recuperación a mitad de mes, pero antes depara una secuencia semanal con Villarreal, la tercera jornada continental y el derbi, una sucesión de partidos que se repetirá a final de mes antes del último parón del año.
En la recta final del 2016 aparece la Copa del Rey, la resolución de la fase de grupos y cinco contiendas ligueras.