
Los vigueses son los primeros en puntuar en Liga en un año en el feudo azulgrana: 2-2
02 dic 2017 . Actualizado a las 15:57 h.El Celta mantiene su tradición. Por cuarta temporada consecutiva el Barcelona fue incapaz de ganarle el partido de la primera vuelta. En esta ocasión fue un empate, pero de un descomunal valor. Baste como ejemplo que en Liga los culés no cedían punto alguno desde el 3 de diciembre del 2016, cuando el Real Madrid se llevó un punto.
Las tablas (2-2) no llegaron desde un planteamiento numantino, sino con desafío incluido. Unzué sorprendió con la alineación (metió a Brais en el centro del campo, dio el lateral derecho a Wass y el izquierdo a Hugo Mallo) pero acertó de pleno. Quería un equipo solidario y el Celta fue una sinfonía de ayudas de principio a fin. Los vigueses tuvieron la habilidad de no perder nunca el norte. Ni a favor ni en contra de obra.
Porque el partido del Camp Nou tuvo de todo. Un inicio con lesión de Sergi a los dos minutos, un Barça en plan intimidatorio, la réplica de un Celta que salió a ganarle la posesión del balón y lo consiguió por momentos en el arranque de partido, aunque el 0-1 llegó a la contra en una jugada con la firma de Daniel Wass, que desde el lateral derecho habilitó un balón para que Iago Aspas corriese al espacio libre, el centro del moañés acabó con un remate de Maxi y un paradón antológico de Ter Stegen, pero Iago aprovechó el rechace para marcar el 0-1.
El único pero de los vigueses fue que la preponderancia en el marcador le duró un suspiro. Dos minutos después Messi inició la jugada de ataque en el centro del campo y la acabó en el pico del área pequeña después de que nadie de la defensa celeste tapara las vías de penetración azulgranas. La celeridad del 1-1 dio paso a un tiempo de dudas que se saldaron con un tiro al palo de Messi (sin ángulo) y con un paradón de Rubén Blanco tras un cabezazo de Paulinho.
Pero el Celta resistió el agobio culé y se fue al descanso enseñando los dientes en un par de contras, la primera protagonizada por Pione Sisto en la derecha que acabó con un centro de Brais Méndez en la derecha y la segunda un remate de Daniel Wass casi sin ángulo después de otra acción fulgurante en el costado izquierdo.
Valverde, inquieto todo el partido, no tardó en mover ficha y buscó la solución en un cantero del Celta, aunque Denis Suárez no tuvo incidencia en la jugada del 2-1 a la hora de partido. Messi y Jordi Alba tiraron de complicidad y paredes para habilitar un centro al corazón del área que Luis Suárez enterró en el fondo de la red.
De nuevo el fantasma de las remontadas, y aunque fuera ante el Barça, planeaba sobre el Celta. Cuando el charrúa levantó los brazos para celebrar, Unzué ya tenía el cambio preparado: Roncaglia por Brais. Ese movimiento posibilitó a Hugo Mallo (excelso también en la izquierda) volver a la derecha para que Wass adelantase su posición. La idea no cambió la balanza de la posesión, ni tampoco cortó los intentos de Messi, que pudo marcar de cabeza la puntilla pero de nuevo apareció el guante salvador de Rubén Blanco.
Lo mejor en esa recta final y con el marcador en contra es que el Celta supo tirar de efectividad. Aspas se encontró con la inmensa envergadura de Ter Stegen en la primera intentona pero en la segunda le ganó la partida. Aguantó la salida del alemán y los movimientos de la defensa para desde la línea de fondo proporcionar un balón a Maxi Gómez que acabó con un tiro cruzado al fondo de la red.
Faltaban 20 minutos y al Celta le tocó sufrir desde la coherencia táctica. Si durante muchos minutos había sido capaz de negar los espacios a base de ayudas solidarias y de tapar a los laterales culés con sus dos extremos, en la recta final redobló ese esfuerzo hasta pinta por momentos algo parecido a un 6-3-1 en la pizarra defensiva. Frente a ella, el Barça acumuló mucho balón y cuatro ocasiones. Una finalización de Piqué a saque de falta que fue al palo, un remate de Paulinho alto y uno de cabeza de Messi y otro de Alcácer.
En medio del vendaval, Ter Stegen tuvo que emplearse a fondo en un remate cruzado de Pione Sisto en una de las contadas contras que pudo hacer un Celta que terminó sobreviviendo al Camp Nou y al líder. Un punto para cargarse de confianza.
2 - Barcelona: Ter Stegen; Sergi Roberto, Piqué, Umtiti (Vermaelen, min.71), Alba; Rakitic (Alcácer, min.78), Busquets, Paulinho, Iniesta (Denis Suárez, min.53); Messi, Luis Suárez.
2. Celta: Blanco; Wass, Sergi Goméz (Cabral, min.4), Fontàs, Mallo; Lobotka, Jozabed (Pablo Hernández, min.84), Brais Méndez (Ronclaglia, min.63), Sisto; Aspas, Maxi Gómez.
Goles: 0-1, min.20: Iago Aspas; 1-1, min.22: Messi; 2-1, min.62. Luis Suárez; 2-2, min.70: Maxi Gómez.
Árbitro: Mario Melero López, del comité andaluz. Mostró cartulina amarilla a Luis Suárez (min.1), Roncaglia (min.74), Jozabed (min.80), Vermaelen (min.83), Rubén Blanco (min.85), Wass (min.86), Pione Sisto (min.88) y Hugo Mallo (min.90+).
Incidencias: partido correspondiente a la decimocuarta jornada de LaLiga Santadner, disputado en el Camp Nou ante 63.208 espectadores, en un mediodía gélido en Barcelona.