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Antonio Mohamed firma como nuevo entrenador del Celta por una temporada y otra condicionada
23 may 2018 . Actualizado a las 23:38 h.Tiene 48 años, es argentino aunque se pasó media vida en México, es amigo desde crío del Cholo Simeone y no tiene reparos en definirse como resultadista. Antonio Mohamed, apodado el Turco, es desde ayer el nuevo entrenador del Celta. El que fuera internacional albiceleste y que hasta hace unas semanas entrenaba al Monterrey mexicano, toma el relevo de Unzué al frente del banquillo céltico y, de alguna manera, convierte la etapa del pamplonés en Vigo en un paréntesis. Con el fichaje del Turco el Celta cambia de rumbo. Atrás queda la apuesta por el ideario Barça que identificaba a Unzué y Luis Enrique, y también la apuesta por gente con conocimientos en la Liga, puesto que el Toto, con el que Mohamed guarda ciertas similitudes, conocía Vigo y la exigencia del fútbol español.
Mohamed, que llegó a Vigo el pasado fin de semana para negociar su contratación, selló ayer un contrato con el club vigués por dos temporadas y puso de nuevo rumbo a Argentina. Su contrato, como ya sucedió en casos como los de Luis Enrique y Unzué, será por una temporada con otra condicionada. El nuevo entrenador, que ayer, a través de las redes sociales envió su primer mensaje «Listo para una nueva etapa, ¡espero de éxito! #LaActitudNoSeNegocia», será presentado en las próximas semanas.
El historial de Mohamed incluye una larga trayectoria como futbolista a la que sucedió su faceta como entrenador, que según él mismo confesó, le resulta más satisfactoria. «Los entrenadores que tenía decían que les ayudaba porque veía lo que estaba pasando o podía pasar en la cancha. Disfruto más la profesión de técnico que la de jugador, me siento más involucrado en todos los detalles, responsable directo de cada situación», expuso en una entrevista el argentino, en cuyo currículo como preparador conviven equipos humildes con otros cargados de millones, y que sabe lo que es pelear por ascender, por mantenerse y también ganar títulos.
Formado en las categorías de base de Huracán, el Turco debutó con el primer equipo con 17 años. Luego llegarían Boca e Independiente antes de dar el salto a México, donde por sus goles ?era un delantero robusto?, y por su carácter un punto excéntrico y siempre competitivo ?amén de por sus colores en el pelo y por su estética?, se convirtió en un futbolista muy reconocido y querido. Jugó en Toros Neza, Monterrey, Marte, Iraupato, Atlante, Celaya y Cañoneros, donde colgó las botas en el 2003. Durante su etapa como futbolista se ganó el ser internacional con Argentina ganando la Copa América en el año 91.
El salto al banquillo
Fue en la segunda mexicana, en Zacatopec, donde Mohamed comenzó a dar forma a su faceta como preparador. Se estrenó en la élite con Monarcas, luego llegó Jaguares y en el 2005 regresó a Argentina por amor a los colores de Huracán. Volvió gratis al equipo en el que se había formado y acabó ascendiéndolo.
Pero sintió de nuevo la llamada del fútbol azteca, se incorporó a Veracruz, pero las cosas no funcionaron y puso otra vez rumbo a Argentina, donde insufló vida a un Colón que agonizaba luchando por el descenso y lo condujo a la Copa Libertadores. Ahí estalló su faceta como director de equipos. Independiente de Avellaneda le reclamó y con ellos logró la Copa Sudamérica del 2010.
Los saltos del Turco entre México y Argentina continuaron. En el 2011 asume el mando del recién ascendido Xolos de Tijuana y lo acaba vistiendo en campeón del Apertura. Su capacidad para obtener lo mejor de sus vestuarios le abre las puertas de la clase millonaria azteca y el América le nombra entrenador. Con el equipo, uno de los grandes del fútbol mexicano, ganaría otro Apertura. Luego se tomaría un año sabático y en el 2015 reaparecería al mando de Monterrey, con el que ganó una Copa y al que renunció hace algunas semanas.