El técnico del Celta cree que el equipo debe aprovechar el ambiente que se ha generado para la visita del Villarreal a Balaídos
29 mar 2019 . Actualizado a las 21:20 h.El entrenador del Celta, Fran Escribá, ha afirmado esta mañana que la «exigencia» para el partido de mañana frente al Villarreal es que «los jugadores lleguen muertos al final del partido». Cree que el apoyo de la afición hará que «se vacíen y den más todavía» para conseguir un buen resultado. Y aunque no cree que lo que vaya a ocurrir sea «definitivo» sí considera que deben afrontar como una final tanto este duelo como los nueve que vendrán después.
El entrenador no quiso dar ninguna pista sobre el once más allá de confirmar que tanto Néstor como Aspas están en condiciones para jugar y que para el lateral izquierdo contempla tanto la opción de Olaza como la de Kevin. «Voy a sacar el mejor once que crea disponible en cada partido, no voy a gestionarlo en función de tarjetas o de que en cuatro días jugamos en Huesca, lo único que nos importará es mañana», sentenció.
En ese sentido, dijo no saber ni quién es el árbitro y reveló que la única consigna que le ha dado a sus jugadores sobre las amarillas -varios están al borde de la suspensión- es evitar recibirlas por protestar. «Debemos disputar todo, no protestar, respetar la decisión de los árbitros y más hoy, que si hay un error grave se puede corregir. Si alguna tarjeta provoca la sanción, que sea por un choque o una acción del fútbol, que no sea por protestar», incidió. Y será cuando llegue el momento de enfrentarse a la ausencia de un jugador por sanción cuando decida cómo gestionarlo.
Sobre la movilización de la afición, recordó que el celtismo «nunca ha fallado» y que es el equipo el que lo ha hecho. «Que se vuelquen todavía más con el equipo hace que tengamos que dar más todavía», recalcó. Desde su punto de vista, la lógica dice que deben «aprovechar el ambiente positivo que ha generado la afición de estar todos a una y también debemos gestionar la ansiedad, pensar que son 90 minutos».
El rival de mañana es para Escribá el que más sorprende que esté en la zona baja. «El Villarreal era impensable . Debería estar luchando por Champions, es una excelente plantilla que conozco bien, habré entrenado seguramente a la mitad», calculó. «Debemos tener la tranquilidad de saber que es un rival difícil, que son 90 minutos y a la vez ser intensos desde el minuto 1», desgranó recordando que los pequeños detalles pueden ser determinantes.
Además, preguntado por Emre Mor, dijo que el turcodanés es consciente de que no ha estado a la altura, que han hablado de ello y que está trabajando «mejor». «Él sabe que no ha rendido bien y está dispuesto a ayudar lo que queda ya que hasta ahora aportó poco».