La guerra Celta-Concello se reaviva con un nuevo cruce de acusaciones

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

Alberto Figuerido

Desde el ayuntamiento de Vigo hablan de «actitude obstruccionista» del club, mientras que la entidad considera que la reforma de los asientos es «inadmisible»

25 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Nueva entrega de la guerra abierta entre el Celta y el Concello. Los nuevos asientos de Río Bajo son esta vez el punto de fricción que ha vuelto a desencadenar la tensión y las acusaciones entre el gobierno municipal y los responsables del club vigués, que cruzaron ayer comunicados. El intercambio de escritos llegó después de que un grupo de peñistas, a instancias del club, visitaran la zona del estadio para comprobar in situ las deficiencias que la entidad denuncia en lo relativo a la distancia entre las nuevas butacas.

Varios aficionados de los que estuvieron en el estadio ayer por la mañana compartieron imágenes que dejaban patente la escasa distancia entre unos asientos y otros. Acto seguido llegó el comunicado del Concello de Vigo, relatando su versión de cómo se han desarrollado los acontecimientos en las últimas semanas respecto a la colocación de los nuevos asientos de Río en Balaídos y lamentando una «actitude claramente obstrucionista» por parte del Celta.

El Concello de Vigo explica que desde el 29 de mayo se enviaron distintas comunicaciones al club relativas a este asunto que nunca tuvieron respuesta. En ellas, según el organismo municipal, se pidió a la entidad que revisara la propuesta de colocación y numeración de los asientos antes de que empezaran a instalarse. Se ofrecían también, cuentan, a reunirse para abordarlo.

El Concello habla de «nula colaboración e comunicación por parte do Real Club Celta de Vigo», algo que llevó a que se iniciaran los trabajos sin respuesta del club, siempre según la versión del Concello. Asimismo, indican que las butacas «cumpren cos máis altos estándares de calidade que marca a normativa vixente» y expresan que los trabajos no han finalizado y están pendientes de subsanar errores.

«En canto á distancia entre filas, a horizontal depende da xeometría da grada, polo que presenta a mesma que en Río Alto, onde se instalaron no 2017 sen recibir ningún retorno negativo por parte do Celta», expresa el Concello.

Además, desde el gobierno municipal se afirma que «a actitude de obstrucionismo do Celta non vai impedir que o Concello continúe a mellorar o estadio coa Deputación». Ponen el foco en que el Celta no colabora económicamente y ha abandonado las reuniones de seguimiento del convenio de remodelación.

Reforma «intolerable»

El Celta manifestó a continuación su «incredulidad por la forma en la que el Concello de Vigo quiere eludir su total y absoluta responsabilidad en la incalificable reforma que ha realizado de la Grada de Río Bajo».

La entidad considera que «la disposición de los asientos es inadmisible e intolerable por el perjuicio que causa a abonados y aficionados» y recuerda que «se mantiene completamente al margen de las actuaciones del Concello en el estadio desde hace varios años, cuando comprobó y sufrió el incumplimiento sistemático de fechas y proyectos».

El expresa su deseo de que «los responsables de esta lamentable actuación rectifiquen y ofrezcan soluciones». En caso de no hacerse, avanza que informará «puntualmente sobre las medidas a adoptar, salvaguardando los intereses» de la afición. Se ha abierto un apartado específico en el servicio Escoitamos.