
El centrocampista turco inicia la penúltima semana de pretemporada al margen del grupo dos meses después de lesionarse con la selección de Turquía
06 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.La participación de Okay Yokuslu en el inicio de liga dentro de 12 días parece más difícil cada jornada. Ayer el cuadro vigués volvió al trabajo y el otomano siguió trabajando al margen del grupo, aunque parece avanzar en su recuperación. La gran duda es si estará ante el Real Madrid, ya que todavía no ha entrenado con el resto de sus compañeros y muchos menos disputado partido alguno. Si finalmente no llega, Fran Escribá tendrá que fabricar un doble pivote de emergencia utilizando alguna de las seis combinaciones que ya ha puesto en práctica en alguna ocasión a lo largo del verano.
En el primer entrenamiento de la semana el internacional turco realizó ejercicios con el balón, carrera continua y cambios de ritmo en compañía del recuperador Pedro Docampo, pero sin llegar a tener contacto con el grupo, aunque el parte médico indica que el otomano ya está habilitado para «un entrenamiento parcial y limitado con el grupo».
Más que la lesión, el problema para el turco es la falta de ritmo. El centrocampista defensivo lleva más de dos meses parado por mor de una rotura parcial del ligamento cruzado posterior de la pierna derecha. Su lesión se produjo el pasado 30 de mayo y aunque trabajó durante las vacaciones en la recuperación en ningún momento pudo ejercitarse con el resto de sus compañeros, lo que complica mucho su puesta a punto, máxime teniendo en cuenta su envergadura. En el mejor de los casos Okay Yokuslu podría disputar sus primeros minutos el próximo sábado ante el Lazio en el Memorial Quinocho.
Ante esta tesitura, Escribá tiene que comenzar a pensar en un plan B para recibir al Real Madrid. Lobotka parece el único fijo en el doble pivote. El eslovaco ha sido el jugador más utilizado hasta el momento seguido de Jozabed Sánchez.
Por contra, la mejor noticia en la vuelta al trabajo la representa Iago Aspas, que hoy mismo ya podrá ejercitarse en el campo. El moañés, que el sábado se llevó un fuerte golpe en el partido ante el Unión Berlín que le hizo pedir el cambio al cuarto de hora, se quedó ayer trabajando en el gimnasio, pero los servicios médicos del Celta explicaron a continuación en el parte médico que esta mañana ya estará sobre el verde.
Iago Aspas había sufrido una fuerte contusión en la rodilla pero su gestos de dolor y que todavía estuviese reciente en la retina del celtismo su lesión del Camp Nou hizo saltar todas las alarmas.
También hizo trabajo en el gimnasio en la jornada de ayer el capitán, Hugo Mallo, que al igual que Okay, todavía no ha llegado a debutar en esta pretemporada por mor de un edema en el recto anterior del muslo derecho con una mínima lesión fibrilar de grado I. La diferencia con respecto al turco es que Escribá da por hecho que el capitán cogerá la forma en diez minutos.
En cuanto a los porteros, Sergio Álvarez hizo trabajo individual (también por una rotura de fibras) mientras que Rubén Blanco, que había pedido el cambio en Alemania, trabajó con normalidad con el resto de los compañeros.
La gran ausencia fue la del uruguayo Gabriel Toro Fernández, quien, con permiso del club, se desplazó a su país para resolver unos asuntos personales.