La falta de identidad, el gran problema del Madrid de Zidane

alberto estévez ingelmo VIGO

GRADA DE RÍO

ANGELO CARCONI

Los blancos serían el farolillo rojo en una hipotética clasificación estival

15 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Si hay un denominador común en este primer encuentro de liga entre Celta y Real Madrid en Balaídos son las dudas que giran en torno a ambas escuadras. Está claro que el equipo de Zidane no ha levantado cabeza y sigue con la misma dinámica negativa del final de la pasada campaña. Sin sacar de contexto lo que es una pretemporada y dándole la importancia justa, el club de Chamartín sería el farolillo rojo de la liga en una clasificación virtual con 8 puntos de 21 posibles. El conjunto blanco ha disputado 7 partidos en este mes de preparación que se han saldado con 3 derrotas (Tottenham, Atlético y Bayern), dos empates (Roma y Arsenal) y dos victorias (Salzburgo y Fenerbahce), un registro bastante pobre para un club de la categoría del Madrid.

La gira americana ha servido más para acrecentar las incógnitas generadas en el tramo final del curso pasado que para disiparlas. Los problemas defensivos son el principal lastre de este equipo y así lo ha demostrado en los amistosos estivales. Las carencias tácticas de la línea de zagueros son tales que los blancos encajaron 18 tantos durante su preparación, lo que significa que es la plantilla más goleada de los 20 clubes que forman parte de LaLiga, pero también hay que tener en cuenta que se ha medido ante clubes de talla mundial como Bayern, Arsenal o Atlético.

La sangría defensiva es evidente y el Celta no parece ser uno de los mejores rivales para debutar en liga si nos ceñimos al registro goleador de la temporada 18/19. Los celestes fueron el sexto equipo más goleador de la competición con 53 tantos a su favor, aunque lo más seguro es que la baja de Maxi Gómez la acusen. Históricamente el Real Madrid es un equipo temible, y es que los grandes clubes son igual o más peligrosos cuanto peor vengan porque la necesidad de ganar y reafirmarse es mayor.

Si a algo se puede aferrar el equipo de la capital es que jugar peor y con menos argumentos futbolísticos que el año pasado es realmente complicado. La falta de identidad que tiene este equipo es la mayor preocupación que existe a día de hoy, no está definido el rumbo hacia la consolidación de un proyecto deportivo serio y que aspire a ganar títulos. La incorporación de jóvenes promesas inexpertas por cantidades estratosféricas no parece la mejor opción de mercado si se quiere ganar un título de manera instantánea. Brillantes futbolistas como Kubo o Rodrygo les falta un paso, que seguramente lo darán con los años, para estar a la altura del nivel de exigencia que te marca un club como el Madrid durante todos los meses del año.

La falta de identidad también va dedicada al juego y no tener un sistema fijo como plan A. No existe un estilo de juego definido, no es un equipo reconocible por el fútbol que practica y el parche que tienen es la calidad que atesoran sus futbolistas, que son capaces de arreglar en una jugada unos 90 minutos malos. Durante la pretemporada se ha visto a un equipo mermado, el ritmo ha brillado por su ausencia en un conjunto que sigue con los mismo síntomas del año pasado.

El sábado pisará el césped de Balaídos un equipo tocado pero no hundido. El verano le ha hecho más mal que bien a la plantilla madridista y el técnico francés tendrá su primer examen del curso en pleno mes de agosto ante la atenta mirada del público celeste.