El capitán tiene claro que quiere retirarse en el Celta
30 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.El capitán Hugo Mallo cumplió ayer diez años en el primer equipo, al que accedió con 18 y sin pasar por el filial, un caso del todo atípico en la historia del Celta. Una década después el lateral derecho ya acumula 205 partidos en la élite y con 28 años va camino de pulverizar todos los registros dentro del club.
«Tenía claro que quería retirarme aquí, y máxime ahora, con tantos compañeros de casa», comentó esta semana en una comparecencia en la que también se mostró orgulloso de servir de faro para la cantera.
Corría la primera jornada de Liga en Segunda División (temporada 09/10) y el Numancia era el rival contra el que los celestes, con Eusebio Sacristán en el banquillo, inauguraban la tercera de las cinco temporadas de su etapa más reciente en Segunda. El resultado del duelo que tuvo Balaídos como escenario fue de 1-2, con gol celeste de Trashorras y tantos visitantes de Íñigo Vélez y Dimas.
A partir de ese momento, siguió teniendo protagonismo hasta el punto de intervenir en treinta encuentros, 22 de ellos como titular entre Liga y Copa ese año.
Para entonces ya era un fijo en el equipo y solo las lesiones le apartaron de la titularidad. Hugo vivió en primera persona el ascenso, la permanencia del 4 %, el crecimiento del equipo hasta volver a Europa de la mano del Toto Berizzo y también las dos últimas temporadas con una curva descendente.
En el verano del 2018 el marinense, que durante ocho años en su etapa de formación viajaba todos los días de Marín a Vigo para entrenar, renovaba hasta el 2023 y recibía el homenaje de Balaídos en la previa del Memorial Quinocho. Ha expresado en varias ocasiones que su deseo es colgar las botas en el Celta y todo apunta a que terminará su carrera siendo un hombre de un solo club.