A Óscar García Junyent se le vio tranquilo y concentrado en un partido especial para él
10 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Óscar García Junyent comentó en la rueda de prensa posterior al partido de ayer que si hubiera podido escoger un escenario para su debut como entrenador de Primera división, hubiera sido el Camp Nou, que fue precisamente donde le tocó iniciar su andadura en el banquillo del Celta.
«Han sido sensaciones bonitas, si me hubieran dado a elegir, habría sido aquí. Fue donde debuté como jugador profesional, es el club en el que me formé desde los nueve años y donde estuve hasta los 26», recapituló el preparador celeste. Por eso, dijo, «a pesar del resultado» será «un recuerdo para siempre» que se lleva del día de ayer.
Pero el hecho de volver a un sitio donde se le conoce tan bien, así como de estrenarse como técnico de la máxima categoría española tras un buen puñado de experiencias internacionales, no hizo mella, al menos de manera visible, en los nervios del entrenador. García Junyent se mostró calmado, sin grandes aspavientos, pero atento a cada jugada y sin parar de dar instrucciones a sus futbolistas. En ese sentido, se le pudo ver varias veces dirigiéndose a David Juncà cuando el lateral zurdo se acercaba a su posición en el banquillo del Camp Nou.
También luego, en zona de prensa, respondió con tranquilidad y aseguró sentirse satisfecho de lo que había visto. Tras el pitido final, la cámara le enfocó dando ánimos a sus jugadores y felicitándoles por el trabajo que acababan de hacer, aunque no tuviera premio en forma de puntos. Ahora el equipo tiene quince días por delante para hacer la «magia» que a Óscar no le dio tiempo a hacer en tres días.