«En Vigo demostré que podía ser futbolista y reforcé la autoestima»

GRADA DE RÍO

Kai Försterling

Oier solo estuvo un año lejos de Osasuna, la campaña en la que ayudó a ascender al Celta a Primera

04 ene 2020 . Actualizado a las 21:25 h.

Oier Sanjurjo Maté (Estella, 1986) solo ha defendido dos camisetas a lo largo de su vida deportiva, la de Osasuna casi siempre y un año la del Celta. El ahora centrocampista y capitán del conjunto navarro jugó 33 partidos de celeste en la temporada del ascenso (2011/12) casi todos ellos como central. Mañana, tres años después, volverá a pisar Balaídos, el sitio que, admite, le dio el empujón definitivo para demostrar que era un futbolista de primer nivel.

-Menudo «temporadón» en el regreso a Primera.

-Estamos contentos con el nivel de competitividad que estamos demostrando y hasta ahora hemos hecho méritos para estar en mitad de tabla y mostrando una solidez que queremos mantener de aquí al final para consolidar el objetivo de la permanencia.

-¿Cuál es el secreto de que Osasuna sea tan competitivo y tan intenso?

-Recalcaría sobre todo que el grupo y el cuerpo técnico, con Jagoba Arrasate de referente, tienen una idea de juego y un mensaje claro. Sabemos todos en qué dirección tenemos que remar, que es meter ritmo, intensidad y verticalidad a los encuentros y sobre todo no conceder, que es algo muy importante en Primera.

-Con estos parámetros parecen un equipo antagónico al Celta.

-El Celta no está transmitiendo todo el potencial que tiene hasta ahora, pero ajustando y logrando el equilibrio que necesita a nivel de intensidad y competitividad con el talento que tiene seguro que va a ir para arriba porque tiene recursos suficientes para hacerlo.

-¿Se ha convertido en el símbolo de Osasuna?

-Tengo que decir que mi paso por Vigo en la temporada 11/12 me sirvió para reafirmarme a mí mismo que podía hacer carrera en este mundo del fútbol. Salí muy fortalecido de aquel año que tan especial y bonito fue para mí y para el Celta y después esa madurez que adquirí me ha servido para ser aquí una referencia tanto dentro del club como en el vestuario.

-Como premio, capitán y renovado hasta el 2021.

-Estoy haciendo una carrera importante y me siento afortunado porque la estoy haciendo en el equipo de mi tierra y sobre todo me hace especial ilusión porque con la edad que tengo (33 años) poder ser capitán del centenario del club es un motivo de satisfacción para mí.

-Y por culpa del Celta no va a ser un futbolista de un solo club.

-Yo pertenecía a Osasuna y fui al Celta en calidad de cedido pero no me importa no ser un hombre de un solo club, porque el Celta se parece mucho a Osasuna a nivel de base social, de idiosincrasia y de darle importancia a los jugadores autóctonos. Además en Vigo fui muy bien acogido y muy respetado. Al Celta le estaré agradecido siempre.

-¿Cuánto le ayudó el Celta?

-Yo fui a Vigo como un chaval recién llegado a la élite con Osasuna y aquí no tenía muchos minutos. Es un proceso natural, cuando llegas te tienes que hacer un hueco y en esas épocas en Osasuna había plantillas muy potentes, por eso tuvo que emigrar y buscarme las habichuelas y ese año demostré que podía ser futbolista y me reforcé mucho anímicamente la autoestima. Me convencí que tenía margen en esto del fútbol.

-Se machó jugando 33 partidos de 42 con el Celta.

-Tuve protagonismo aunque al principio comencé con alguna duda porque me lesioné y el período de adaptación me costó un pelín en pretemporada, pero una vez que Paco Herrera vio que podía hacer un buen papel de central con Túñez y Catalá comencé a jugar y todo fue muy bien y terminó de la mejor manera.

-¿Mantiene relación con Vigo?

-Sí, porque aparte del grupo humano que había en el vestuario, tuve la gran suerte de hacer amigos fuera del fútbol y con ellos mantengo relación y es algo que intento cuidar. Siempre es bueno tener amigos allí a donde vas.

-¿Cómo vio la evolución del Celta desde aquel entonces?

-Ha sido una evolución buena. No era fácil mantener el proyecto en Primera División y lo consiguieron el primer año sobre la bocina, pero luego han mantenido la categoría sin problemas y han demostrado que haciendo las cosas bien se puede llegar a Europa y hacer un gran papel.

-Ahora lo van a coger en uno de los momentos más delicados de su historia reciente.

-Ahora están pasando un momento complicado pero no es nada nuevo pero hay que saber convivir en estas situaciones y relativizar. Ni cuando estaban en Europa eran muy buenos ni ahora estando así no lo son tanto. Son fases y trayectos que hay que ir pasando. Seguro que con el talento que tienen, ajustando un par de cosas, la intensidad sobre todo, le darán la vuelta.

-En esta ocasión no tendrá que vérselas directamente con Iago Aspas como la última vez.

-Ahora me estoy aplicando más como centrocampista y no será como la vez anterior que lo tuve que marcar y lo viví en mis carnes, pero que a lo largo del partido, si luego, seguro que nos encaramos en algún momento.

-Fue lateral, central y ahora mediocampista, ¿se considera un camaleón?

-Ha sido mi trayectoria y creo que me ha dado más de lo que me ha quitado porque no es fácil ser un jugador polivalente. En Vigo me vino estupendo jugar de central, mis primeros pasos en Primera fueron de lateral y ahora creo que he adquirido una gran madurez en el centro del campo.

-¿Ilusionado con volver a Vigo?

-Lo estoy deseando. Tengo una ilusión tremenda porque quiero volver a pisar Balaídos, que siempre va a ser un sitio especial para mí. Hace tres años que no juego en Vigo y ya tengo mono.