El Celta pone sentido a su rumbo

Julio Álvarez-Buylla VIGO

GRADA DE RÍO

Óscar Vázquez

27 feb 2020 . Actualizado a las 22:20 h.

Tres puntos claves sumó el Celta ante un rival directo, puntos además conseguidos apelando a la épica de haber superado las circunstancias y a un rival que jugó en ventaja numérica durante 70 minutos. Si hace unas semanas se podría decir que se echaba de menos el dramatismo reflejado de lo mucho que se jugaba en estos envites, el cambio apreciado en la actualidad es notorio y va desde la mejora de la concentración defensiva a incluso la rabia contenida con la que se celebran las victorias. Los vigueses parecen haber enderezado su rumbo y lo más esperanzador es que este cambio se sostiene sobre una mejora defensiva y ofensiva que resultan evidentes.

 

1LA CLAVE

Aunque cualquier equipo siempre prefiere jugar en igualdad numérica, tal vez el estilo de juego pepinero sea uno de los más favorables para replantear un partido en inferioridad. Los madrileños plantearon un envite defensivo entregando el balón a los vigueses esperando algún error para poder sorprenderlos en velocidad y este tipo partidos son los que se les suelen atrancar a un Celta que demuestra ser mejor contra rivales ante los que no tiene la obligación de llevar la iniciativa del juego. Pero la expulsión en el minuto 20 cambio el plan de juego conservador de los visitantes obligándoles de alguna manera a asumir riesgos, liberando a los célticos de la responsabilidad de llevar el peso del encuentro. El Leganés, mermado por sus recientes bajas en ataque, apenas dispuso de un par de ocasiones y con el gol en contra no inquietó a un celta cada vez mejor en defensa y que hizo lo justo para marcar.

 

2LA DIRECCIÓN

Notorio y evidente es el gusto de Óscar por las modificaciones tácticas y por los cambios en el once. El técnico catalán rescató el 4-4-2 para superar la acumulación de visitantes por dentro situando a Aspas y Smolov como puntas de lanza, apostando por un Denis que fue duda hasta última hora (evidencia de la importancia del choque) y Rafinha en la derecha. Además se vio a un Celta que pareció retomar la presión tras pérdida. La expulsión apenas modificó un planteamiento que cerró aún más a los interiores pero que mantuvo a Aspas y Smolov por dentro. Fueron los cambios visitantes los que a raíz del gol modificaron sustancialmente el planteamiento celeste pasando a tres centrales. Movimiento contrario al de Valencia o el Bernabéu pero perfectamente adaptado a las necesidades y circunstancias de partido.

3CONTROL EMOCIONAL

Al igual que contra el Granada, la reacción celeste a la expulsión no fue ni mucho menos contenida. Minutos de desconcierto y protestas que perjudican más que ayudan en una situación difícil como la que vive el equipo. Aunque las emociones es sencillo que dirijan las reacciones de los jugadores sobre todo ante situación que se considera injusta esto no hace más que perjudicar el rendimiento del equipo como sucedió en los minutos consecutivos a la expulsión. Focalizar el centro de atención en el juego y en las situaciones que uno puede cambiar deben ser el camino para recuperar el control emocional.

4lAS FINALES

Mucho se habló de este partido considerándolo una final. Lo cierto es que con la evidente importancia del resultado, este no hubiese sido irreversible y que fuese el que fuese, con el comienzo de la semana, la plantilla debería volver a un trabajo que, pese a las buenas sensaciones que transmite el equipo aún no está evidentemente terminado. Granada, próxima estación.

Julio Álvarez-Buylla es entrenador nacional, máster en psicología deportiva y coach deportivo.