Un parón que corta la escalada pero da tiempo a los lesionados

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

RC CELTA

La decisión de LaLiga llega en la mejor racha del equipo y con tres jornadas fuera de la zona de descenso

13 mar 2020 . Actualizado a las 21:41 h.

La suspensión de la competición coge el Celta en su mejor momento de la temporada, pero al mismo tiempo le da un margen de tiempo para recuperar a todos los jugadores tocados y oxigenar a otros como Rafinha que necesitan cuidados especiales. Son las dos caras de la moneda del parón del fútbol, que en el caso de Primera División no solo serán las dos jornadas estipuladas, ya que a continuación hay una fecha FIFA. En teoría, y en el mejor de los casos, LaLiga se reanudará en la máxima categoría el fin de semana del 5 de abril. Al Celta le tocaría jugar con el Alavés.

A priori la suspensión de la competición no es la mejor noticia para el Celta en el aspecto deportivo. Después de una pésima primera vuelta, el equipo de Óscar García Junyent había conseguido adquirir el gen competitivo y desde que comenzó el 2020 solo había perdido un partido. Acumula tres jornadas fuera de los puestos de descenso y presenta los mejores números de los equipos implicados en la lucha por la salvación.

Porque el parón puede ser un punto de inflexión para equipos como el Espanyol, que se veía cada vez más en el pozo, o Eibar y Valladolid, que parecen estancados en la tabla y que a nivel de resultados presentaban sus peores números del curso (los armeros y los pucelanos ocho puntos cada uno en la segunda vuelta, tres menos que el Celta).

Lo más positivo del parón es que el conjunto vigués tiene tiempo para volver a recuperar a jugadores fundamentales como Denis Suárez, que ya se perdió los dos últimos partidos por una artritis en el tobillo. También puede volver Beltrán, que aparece en el parte médico por una contusión en el pie derecho. Del mismo modo, para cuando se vuelva a poner en funcionamiento LaLiga (en teoría) Juan Hernández ya habrá cumplido el tiempo estimado de baja por su lesión de rotura fibrilar de grado I en el abductor derecho.

A mayores, el descanso también puede ser un aspecto positivo para el plan especial que lleva Rafinha y que el club lleva con total mimo. El hispanobrasileño vive el año 0 de su vuelta después de una temporada marcada por una latosa lesión y en el Celta lo está jugando todo desde hace 13 jornadas, pero con un régimen particular en materia de entrenamientos.

Otro aspecto es qué hará el equipo a lo largo de este período. La única certeza en estos momentos es que hoy está programado entrenamiento, pero ahí finaliza el plan de trabajo, que estaba diseñado pensando que el sábado habría partido ante el Villarreal. A nivel oficial el Celta se mantiene en silencio sobre el plan de la próxima semana. Tampoco hay noticias sobre la agenda del sábado y el domingo.