La suspensión indefinida obliga al Celta, sin el objetivo resuelto, a posponer por más tiempo la decisión sobre la continuidad del director deportivo, entrenador y cedidos
24 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.La suspensión indefinida de LaLiga no por lógica y esperada deja de suponer otro paso hacia el vacío en el laberinto de esta temporada para equipos como el Celta. Porque eso significa que el regreso a las canchas continuará demorándose y, por extensión, la resolución liguera, un tema nada baladí en la situación del conjunto vigués, que debe certificar la permanencia antes de cerrar otro tipo de situaciones comenzando por la continuidad o no del director deportivo, la renovación del entrenador y las negociaciones con los cedidos y los que acaban contrato. Por otra parte, el anunciado traslado de los dos primeros equipos a la que será nueva ciudad deportiva en Pereiras (Mos) también puede sufrir retrasos y el apartado económico un varapalo fuera de guion.
COMPETICIÓN
Sin fecha para el regreso a los entrenamientos y a la competición
Las once jornadas pendientes no serán (de disputarse) un trámite para el Celta, sino que en esos 990 minutos se jugará toda la temporada. Por eso no puede volver a la competición de cualquier manera, sino con una nueva pretemporada para cuyo comienzo se desconoce la fecha, que estará íntimamente ligado al regreso de la liga regular, que nunca será antes del mes de mayo. Luego faltaría saber cada cuántos días se celebraría un partido para dar encaje a la temporada antes del 30 de junio, fecha en la que finalizan los contratos. Felipe Miñambres, el director deportivo, ya dejó claro que veía difícil la opción de prolongar la liga hasta el mes de julio, algo que tampoco puede descartarse del todo.
DIRECCIÓN DEPORTIVA
Felipe Miñambres acaba contrato
El primer eslabón de la cadena para construir el futuro está pendiente de resolución, que quizás también pudiera tener que ver con el desenlace liguero. El Celta es uno de los equipos que más continuidad le da a sus directores deportivos, Torrecilla estuvo siete años y Miñambres ya acumula cuatro, pero después de una renovación hace dos temporadas acaba contrato el 30 de junio. El maragato comentó que su departamento sigue trabajando e implícitamente no disimula su deseo de seguir, pero la última palabra es del presidente, Carlos Mouriño.
EL ENTRENADOR
Óscar García firmó hasta el 30 de junio
Casi en paralelo a la continuidad de Miñambres (o la elección de un sustituto) debe ir la negociación con Óscar García Junyent, porque el contrato del actual entrenador del Celta también finaliza el 30 de junio. La permanencia es la primera premisa para que el catalán pueda liderar un trayecto desde 0 en Vigo. El interesado confiesa que está a gusto en el Celta y en el club hay constancia de que la cúpula está satisfecha con su trabajo, pero quedan muchos flecos por atar, comenzando por el proyecto que le ofrezcan, que seguramente después de la permanencia será lo más importante para prorrogar el contrato.
PLANTILLA
Seis cedidos y un jugador que acaba contrato
Sergio Álvarez es agente libre desde el pasado 1 de enero para negociar su futuro, pero el de Catoira no moverá un dedo hasta saber cuál es la idea del Celta. Aun así, necesita saber de las intenciones de su club de toda la vida para buscar equipo en supuesto de no continuar. Luego están los casos de los seis cedidos: Olaza, Rafinha, Pape, Bradaric, Murillo y Smolov. En todos los casos la continuidad en la élite es el primer paso. Con respecto a Olaza, todo indica que el Celta ejercerá la opción de compra que tiene con Boca Juniors por valor de cuatro millones de euros. Rafinha y Murillo también son jugadores del todo apetecibles, pero su valor parece prohibitivo para el Celta: 15 millones en el caso del centrocampista y 13 el central. De seguir los tres, el Celta del próximo curso tendría una base sólida para comenzar a construirse.
LAS OBRAS DE PEREIRAS
Dificultad para cumplir los plazos y trasladarse en verano
Aunque el conflicto con los Comuneros de Tameiga irá para largo, el Celta estaba decidido a trasladar a su primer equipo y al filial a los campos de fútbol de la parroquia mosense de Pereiras que en la actualidad se están levantando, así como la zona de vestuarios. Por el momento no ha cesado la actividad en la construcción, pero no puede descartarse en función de la evolución de la pandemia. Cualquier retraso invitaría a pensar que el Celta tendría que repetir en A Madroa la próxima temporada.
SITUACIÓN ECONÓMICA
La merma de ingresos puede alterar el presupuesto
Tanto en materia de fichajes como de inversiones, el Celta también tendrá que esperar para saber si cumple el presupuesto y puede mantener sus planes de cara al futuro. En un club que tiene como norma no gastar nunca más de lo que ingrese (sin tener en cuenta habitualmente el remanente en caja), la suspensión de lo que queda de campeonato podría suponer hasta un 25 % de merma de ingresos lo que invitaría a apretarse el cinturón de cara a la próxima campaña. Saber si se terminará LaLiga es esencial también de cara al futuro.