El excéltico mantuvo una charla en Instagram donde repasó su carrera y su manera de entender el fútbol
11 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El excéltico Eduardo Berizzo mantuvo ayer una charla en directo a través de Instagram donde repasó diferentes momentos de su carrera y ahondó en su manera de entender el fútbol y su profesión. En la víspera del tercer aniversario de la semifinal de Europa League que el Celta disputó a sus órdenes frente al Manchester United, el argentino hizo una referencia a aquel encuentro.
«En el Celta, en la semifinal de Europa League, nos quedamos a un centímetro de eliminar al Manchester United en Old Trafford y poder pasar a la final», rememoró poniéndolo como ejemplo de que los resultados deportivos, aunque no sean los deseados como en ese caso, no los considera las mayores decepciones del fútbol. «Las decepciones se dan en el día a día con los jugadores. En un control de ser justos con el trato para todos, a veces ser entrenador tiene dificultad. Es fácil ser bueno y mirar para otro lado, pero ser justo requiere enfrentarse y poner disciplina», profundizó.
Pero Berizzo considera que si de algo puede presumir es de que siempre termina «abrazado con todos» pese a los roces que pueda haber. «No tengo dobleces ni tengo que mirar para otro lado. Me puedo encontrar con todo el mundo, también con los que he discutido, y recordar lo que hicimos juntos», relató. En Vigo, su único desencuentro que trascendió fue el que surgió con Fabián Orellana y que desembocó en la salida del equipo del internacional chileno.
Su interlocutor le preguntó a Berizzo por el buen papel que en general hizo el Celta con él al frente contra el Barcelona. «Nos fue bien, tuvimos la suerte de ganarles en el Camp Nou y en Balaídos con grandes partidos, un 4-1 y un 4-3», dijo. En ese último encuentro se detuvo más. «Ganábamos 3-0 a los 20 minutos y en el intermedio les dije: ‘Se desató la tormenta, les hicimos enojar, tenemos que hacer un cuarto gol porque nos ganan’. Fue el mensaje, porque cuando les tocas la oreja empiezan a jugar a un nivel que no los puedes igualar. Se pusieron 3-2, el Tucu hizo el cuarto, se pusieron 4-3 y acabamos pidiendo la hora», resumió.
El Toto hizo también una mención a su paso por Vigo como jugador. «Me tocó integrar el EuroCelta», recordó añadiendo que le rodeaban «jugadores que te hacen mejores». «Era un equipo muy bueno, estabas obligado a jugar muy bien y a ser también muy bueno, porque si no se notaba mucho», indicó. Y al preguntarle si recordaba sus goles al Barcelona, aludió a ellos: «Aunque no me crean algunos de los que están escuchando, le hice goles de tiro libre al Barcelona, sí. Le reventé el palo creo que a Reina como arquero del Barça, ¡un milagro!».
A la pregunta de cómo encaja las críticas y los elogios, admitió que las alabanzas le gustan «como a todo el mundo» y que no es «hipócrita». «Me gusta que se reconozca que lo hiciste bien, pero la crítica bien pensada y fundamentada te hace ruido en la cabeza y te hace pensar», comenta. Por ese motivo, presta mucha atención a las crónicas de los partidos de sus equipos en prensa. «Como entrenador vives en una burbuja y la mirada de un entendido del fútbol, con respeto y siendo certero, me gusta. El crecimiento viene por la crítica, el elogio es un arma de doble filo».
Respecto al cáncer de próstata que sufrió, asegura que «mentiría» si dijera que piensa «de otra manera» o que ve «las cosas con más perspectiva», aunque sí le ha cambiado en cierta medida. «Compruebas que vivir es una carrera contrarreloj y que tienes que disfrutar el día a día. Cuando te sientas sin ganas, recordar que es un día más y sacar ganas de donde no tienes». Entiende que «todo el mundo atraviesa dificultades y en esas pruebas sacar tu carácter y personalidad, te pones a prueba».
Partiendo de que «a nadie le gusta pasar por situaciones adversas», recordó que hay miles de casos y más graves que el suyo, añadió. Por eso la enfermedad le dejó «la idea de disfrutar, de aprovechar el timpo y hacer lo que quieres hacer verdaderamente. Si quieres eso, hazlo, porque tienes caducidad en la aventura que es la vida».
Por último, sobre la cuarentena, quiso quedarse con la parte buena. «Nos ha puesto en situación de replantearnos cosas. Te quejabas de que no estabas en casa por trabajo, que no te alcanza el tiempo. ha sido tiempo para conversar y disfrutar de la compañía de los que te rodean. Es bueno serenarse un poco», recordando que «ya habrá tiempo para salir», aunque sin pasar por alto que van ya dos meses de confinamiento.
