El celtismo crea sus nuevas rutinas para los partidos en casa

m. v. f. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

CEDIDA

Algunas peñas se reunirán en sus sedes y otras optan por planes individuales

12 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El nuevo fútbol supone para las peñas celtistas romper con las arraigadas rutinas de los días de partido en Balaídos. Para las peñas de fuera se acaban los desplazamientos y, para todas, vivir el fútbol en directo desde sus butacas. Eso conlleva nuevos planes, y mientras algunas agrupaciones celtistas buscarán la manera de reunirse en pequeños grupos, otras optarán por el sofá de casa. Reconocen que no se respira el ambiente de fútbol habitual, pero que aun así, hay ganas.

En el caso de Irmandiños 1923, su sede en las inmediaciones de Balaídos les espera mañana. «Tenemos la suerte de que es grande, con una terraza amplia, y supongo que nos juntaremos un buen grupo, siempre respetando las distancias», dice su presidente, Alberto Fraga. De hecho, el dueño les ha propuesto «reservar como quien va a un restaurante» para que luego no se tenga que quedar gente fuera. «Se hará raro verlo por la tele sabiendo que están ahí al lado», recalca. Cree que será similar a los partidos de fuera, con la diferencia de que gente que normalmente no se anima «ahora tiene ganas acumuladas de juntarse después de dos meses de encierro».

No tendrán la misma suerte de volver a su sede los miembros de Boinas Celestes, pues el local ha cerrado por culpa de la pandemia. «Os directivos da peña xuntarémonos na miña casa aproveitando que parece que dan chuvia», señala Jesús Veiga. Aparte de seguir el encuentro, la reunión les servirá en clave de peña para «falar do ano que vén», que admite que es una incógnita al no saber cuándo podrán regresar a Balaídos.

No faltará a su cita con el celtismo compostelano el Merlego, sede de la peña Merlegos Celestes regentada por Miguel Barja. «Hai certa expetación e houbo quen quixo reservar», cuenta. El local está perfectamente preparado para cumplir con las distancias estipuladas y, en caso de que se llene, «haberá que poñer o carteliño na porta». No se vivirá igual porque, detalla, en su establecimiento llegaban a estar ocho personas en una mesa tirando de bancos. «Agora hai que respectar unhas normas, non se pode pensar que por poder volver aos bares todo o monte é orégano», subraya.

También en la sede de Bueu Celeste, Iglesario, se juntarán peñistas. «Reunirémonos un grupo reducido polo tema do aforo para seguir o encontro», indica su presidente, Gustavo Campos. Un caso parecido es el de la Peña Vicente de Domaio, que se reunirá en su local habitual. «Es lo que solemos hacer en los partidos de fuera y ahora parece que es lo que va a tocar hasta el final de temporada», acepta Ana Solla.

Otras como Terra Celeste o Preferencia Celeste no tenían en principio pensado organizar ningún plan común entre peñistas y optan por seguirlo cada uno por su lado, sin descartar algún plan de última hora. Embruxo Celeste, de Vilagarcía, ya mostró en redes sociales su espacio habilitado para cumplir las medidas de seguridad, mientras que la Peña Baixo Miño renuncia a una convocatoria porque tienen 500 peñistas, aunque habrá algunos que se reúnan.