La opción de compra ya caducó y el jugador y la Sampdoria quieren separarse
22 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Jeison Murillo parece el objetivo número 1 del Celta entre los jugadores cedidos que finalizaban su vinculación tras el último partido de liga y el conjunto vigués ya busca fórmulas para poder fichar en propiedad al central cafetero que ha dado un excelente rendimiento en su semestre en Vigo. La opción de compra, que era de 14 millones, ya caducó, y la negociación debe ser directamente entre el Celta y la Sampdoria. A favor del equipo vigués juega que ni los italianos ni el futbolista, quieren seguir unidos. Todo apunta que la pretensión de Murillo es quedarse en Vigo en donde ha recuperado todo el protagonismo tras dos duras temporadas condenado al ostracismo.
Óscar García, que fue su principal valedor para la cesión, no ha disimulado en público su deseo de contar con Murillo en su primer proyecto desde cero en Vigo. El cafetero, que acabó la temporada muy tocado, aporta jerarquía y contundencia dentro del campo y liderazgo en un vestuario necesitado de guías.
Murillo se fue de vacaciones después de jugar después de jugar 18 partidos en los últimos siete meses de campeonato, siendo titular en 17 de ellos y acumulando un total de 1.529 minutos, cifras todas ellas que están muy por encima de lo que había jugado el último año y medio entre el Valencia, el Barcelona y la Sampdoria.
El conjunto italiano, que le pagó a los ché 13,3 millones de euros, le puso un precio de 14 millones a la opción de compra cuando el colombiano llegó a Vigo, pero el tiempo establecido para ejecutar esa cláusula está caducado y además la cantidad era del todo prohibitiva para el Celta, especialmente en este época pos confinamiento que va a provocar una reducción importante en los ingresos y los gastos del fútbol.
A estas alturas la Sampdoria no cuenta con el jugador y el cafetero no contempla volver a su antiguo club, lo que deja el campo abierto al Celta para llevar la negociación a su terreno. Este escenario conduce al conjunto vigués a buscar fórmulas mediante bonus o similares para hacer frente a una operación que tiene que estar muy por debajo de las cantidades iniciales. En ese sentido el Celta parece dispuesto a hacer un esfuerzo económico, pero dentro de sus posibilidades y sin romper un límite salarial que seguramente verán reducidos todos los equipos a la conclusión del campeonato. Murillo confesó la semana pasada que estaba muy a gusto en el Celta pero sin dar pistas sobre su futuro.
El jugador regresó el lunes a su país para pasar las vacaciones y durante este impás se debe resolver el caso para que comience a entrenar con sus compañeros en la primera quincena de agosto cuando comenzará una atípica pretemporada.