El turcocanés reconoce que la relación con sus compañeros estaba «algo rota» y que al volver se propuso reconstruirla y convencer a Óscar
16 sep 2020 . Actualizado a las 13:29 h.El céltico Emre Mor ha concedido a los medios del Celta sus primeras declaraciones tras su regreso al club vigués. El turcodanés admite que no acabó bien con la afición y con el club la última vez y que era plenamente consciente cuando quiso volver. «Fue una elección mía. Sentía que tenía que demostrar a los fans y al club, ahora soy más maduro, he aprendido mucho. Estoy listo para darlo todo», proclama.
Insiste en la idea de que ha adquirido la madurez que le faltaba antes. «Puedo controlar mejor lo que muestro a la gente, a los compañeros. Empiezan a ver que soy un buen tipo», indica. Considera que cuando no se centra en la presión, sino en lo que puede «hacer con los pies, el resto viene solo». «Mi primer propósito cuando viene fue reconstruir la relación con los compañeros, que estaba algo rota, hacer que el entrenador confíe en mí, trabajar duro», destaca.
Espera que sea una temporada «diferente» tanto en lo individual como en lo colectivo. «Tenemos mucho trabajo y pueden confiar en que daré el 100 % todo el tiempo», se compromete. No se atreve, eso sí, a ponerse una cifra de tantos este curso. «No digo que vaya a hacer veinte goles porque eso nunca se sabe, pero daré el máximo de mí», indica.
Mor comenta que se sintió bien en frente al Eibar y destacó el esfuerzo del equipo. «Luchamos hasta el final. No hicimos el fútbol que queremos, pero creo que estuvimos bien. Siento que hice bastante trabajo para el equipo y pude haber anotado, pero sé que llegará», añade. Destaca también que es «genial» jugar al lado de un «jugador top» como Iago Aspas, que le pone buenos balones como el trata de hacer con el moañés.
En cuanto a la nueva circunstancia de jugar sin público, comenta que lo nota sobre todo durante el calentamiento, porque luego se enfoca en el juego. «Durante el partido estoy concentrado y cuando tengo el balón no veo ni escucho nada, solo me centro en el balón. Pero por supuesto es una sensación extraña», señala. También comenta que, desde su punto de vista, si al terminar un partido no te sientes agotado, es que «no has hecho suficiente». «Nadie que ha dado el 100 % va a estar fresco al acabar. Por supuesto, acabé muy cansado porque di todo lo que pude».