EL Celta hizo más movimientos antes de finalizar el campeonato anterior que durante la pretemporada y el primer mes de competición
06 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Una única venta en seis salidas y un único pago por cuatro entradas (Vadillo hizo el doble camino). Así se resumen las transacciones del Celta en el mercado más atípico de todos los tiempos. Los vigueses solo pudieron ingresar 2,5 millones de euros (sin contar los variables) por la venta de Pione Sisto al Midtjylland. La misma cantidad la pagaron los celestes al Real Madrid por Miguel Baeza, una apuesta de futuro llegada desde el Castilla.
Curiosamente el Celta hizo más movimientos antes de finalizar el campeonato anterior que durante la pretemporada y el primer mes de competición. Cuando acabó la liga ya estaban fichados Tapia y Vadillo y poco después cristalizó el fichaje de Baeza y por último se formalizó el regreso de Murillo.
Las salidas fueron más a cuenta gotas. El club solo se pudo desprender a la carrera de Robert Mazan y con la liga empezada comenzó a repartir cesiones, todas ellas a la Segunda División (Juan Hernández, Toro Fernández y Jozabed Sánchez). En medio, y con un culebrón propio de una película llegó la venta de Pione Sisto, la única de uno de los veranos con menos ingresos. A ellos se le unió Vadillo, primero fichado y luego cedido, en la noche de ayer.
Diferencia sideral
Porque en el mercado estival del año pasado, sin ir más lejos, el Celta hizo siete fichajes (contando al Toro Fernández) que fue contratado en enero pasado y con un desembolso de 26,4 millones de euros, seis más que los recaudados por la venta de cinco de los nueve jugadores que salieron.
Entonces el Celta había incorporado a Denis Suárez (12,9 millones más variables), Joseph Aidoo (ocho millones), Rafinha (1,5 en variables), Pape (medio millón por el préstamo), Toro Fernández (4), Santi Mina y el cedido Jorge Sáenz.
Por contra, vendió a Maxi Gómez (14,5 millones), Jensen (3,8), Hjulsager (500.000 euros), Roncaglia (250.000 euros más variables) y un millón por la cesión de Emre Mor al Galatasaray. Jozabed Sánchez había salido cedido al Girona con una opción de compra que no cristalizó.