Un empate ante el descendido Espanyol, sumado a la derrota del Leganés, dejaba al equipo en Primera
19 jul 2022 . Actualizado a las 10:36 h.«Lo de esta temporada no se puede volver a repetir», decía Iago Aspas en la noche del 19 de julio del 2020. Porque si el Celta continúa a día de hoy en Primera es porque aquel día, en Cornellá frente al Espanyol, al equipo en ese momento dirigido por Óscar García Junyent le salió cara.
Pese a haber perdido tres días antes y haber dilapidado varias ocasiones de certificar la salvación, el equipo llegaba a esa cita ante un rival descendido dependiendo de sí mismo. Pero no consiguió hacer gol en los 90 minutos (0-0) y, una vez que el colegiado pitó el final, aún hubo que esperar unos instantes a que ocurriera lo mismo en el duelo entre Leganés y Real Madrid. De haber ganado los pepineros, hubieran sido ellos los que se hubieran mantenido.
Tales eran los ánimos, que la foto aquella noche de los jugadores en el vestuario brindando con champán levantó ampollas. Y se acentuaron las dudas sobre Óscar García, renovado semanas antes de aquella última jornada cuando la salvación parecía encaminada. Finalmente, resistió nueve jornadas del curso 2021/2021 antes de ser relevado por Eduardo Coudet.
El partido del que hoy se cumplen dos años fue el último con el equipo vigués para Pione Sisto, Filip Bradaric, Pape Cheikh y también Jacobo González. Denis Suárez era baja por lesión, mientras que Rafinha Alcántara -que se despidió, por tanto, en el partido anterior, y Nolito cumplían sanción ese día.
