El doble pivote como punto de partida para el despegue del Celta

la voz VIGO

GRADA DE RÍO

AFP7 vía Europa Press

Coudet matizó su idea de juego en la sala de máquinas con Beltrán y Tapia en el once

23 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Eduardo Coudet es hombre de ideas fijas, pero en el Ciutat de Valencia demostró que también es un entrenador que puede matizar su filosofía de fútbol. El equipo no arrancaba con el dibujo tradicional y había concedido diez goles en cinco partidos, por eso sin romper el molde, apostó por una idea que parecía aparcada, la de hacer coincidir a Fran Beltrán y Renato Tapia en el once inicial, aunque en peruano fue relevado en el descanso para volver al plan tradicional de juego.

El 4-1-3-2 se convirtió en fase defensiva en un 4-4-2 casi al uso, con los mediocentros posicionados a la misma altura, mientras que a la hora de atacar no era el toledano quien daba un paso adelante, sino que esa tarea le correspondía al peruano, que jugó un importante puñado de metros más adelante de su ubicación tradicional. Con los dos en el campo, el sistema defensivo apenas sufrió en todo el primer tiempo. El famoso equilibrio.

En su primera titularidad, Beltrán, que es uno de los jugadores más en forma del equipo, dio 53 pases, el doble que Renato Tapia, que se fue en el descanso, realizó cinco entradas (el peruano, tres) y los dos bloquearon un balón. Curiosamente, el de Seseña acabó el partido sin incurrir en una sola falta pese a su demarcación y su cometido.

El plan de Coudet para reencontrarse con el triunfo también tenía un plan B, que era recuperar el dibujo tradicional y meter a un futbolista más creativo en el campo tras el descanso. Dio la impresión de que la decisión ya iba tomada de casa, porque mucho antes del descanso, tanto Denis como Nolito ya estaban calentando. Los dos salieron con ganas de aportar, algo clave en los futbolistas que se incorporan al juego desde el banquillo.

El entramado defensivo se completó con el entrenador argentino poniendo en el campo al cuarteto deseado: los dos laterales habituales y Murillo y Araujo como tándem por el centro. Luego, cuando pasó a defensa de tres centrales, el elegido fue Carlos Domínguez, quizás un segundo mensaje para Fontán después del penalti del pasado viernes.

El acierto en ataque

Y si el problema defensivo se solucionó, al menos en esta ocasión, con un jugador más de contención ante un centro del campo formado por cinco rivales, en ataque la solución estuvo en la efectividad: dos tiros entre palos y dos goles. El Levante tuvo el mismo ratio y no hizo diana. Los canteranos siguen siendo el sustento goleador celeste. De los seis goles a favor, cinco son de canteranos (dos de Aspas, otros tantos de Mina y el otro de Brais). Cervi es el único que rompe la norma por el momento.

Con seis días de margen para el próximo partido (lunes, 21 horas) ante el Granada, y teniendo en cuenta que el duelo es el Balaídos, la duda es saber si el Chacho va a mantener esta apuesta un punto más conservadora de inicio, o va a aplicar su libreto tradicional con un único pivote defensivo y cinco jugones por delante. Todo dependerá del grado de confianza que el argentino vea en sus jugadores después de sacudirse la mochila de la presión.

En esta ocasión, además, las rotaciones no tendrían nada que ver con la sucesión de partidos, ya que entre el duelo ante el Levante y el del Granada median seis días. En ese sentido, casi parece una jornada al uso. De nuevo el equipo está al completo.