El final no pudo salvar un mal día del Celta B

x.r.c. VIGO

GRADA DE RÍO

XOAN CARLOS GIL

El filial, irreconocible con respecto al sábado, fue incapaz de superar al Real Unión, pero acarició el empate en el 93 con un cabezazo al palo del portero Ruly

26 ene 2022 . Actualizado a las 21:35 h.

Un arreón final estuvo a punto de cambiar la historia del partido, pero los últimos seis minutos no puedan tapar el pésimo día del Celta B, que una vez más y cuando mejor pintaba el panorama, sacó a relucir su irregularidad. Después de la exhibición ante el Sanse llegó un mal día ante el Real Unión de Irún, que con dos goles en el arranque, desactivó durante 86 minutos al conjunto vigués y terminó, aunque con susto final, llevándose el triunfo de Balaídos: 1-2.

Ruly García estuvo a punto de ser el héroe del partido y no por sus paradas. En el minuto 93, con 1-2 en el marcador, el portero del filial celeste se fue a rematar un córner, y lo hizo tirándose en plancha, pero su cabezazo se estrelló en el larguero. Un par de centímetros le privaron de la gloria y a su equipo de salvar un punto. Porque lo único positivo del Celta B en ataque había llegado seis minutos antes cuando Javi Gómez acortó distancias aprovechándose de un fallo de Patrick Sequeira, el portero tico que encandiló en Vigo el curso pasado y que este año jugaba su primer partido en liga con los irundarras. Sequeira puso las manos demasiado blandas y no pudo atajar el balón, que terminó alojándose en las mallas.

El cabezazo al palo y el tanto de Javi Gómez fueron lo único bueno que pudo extraer Eduardo Coudet, que ayer vio en directo al filial, porque este Celta fue la noche frente al día de Matapiñonera. Con cuatro cambios, el equipo de Onésimo Sánchez deambuló por Balaídos y estuvo desconectado hasta la recta final.

El vía crucis celeste llegó con el tempranero 0-1. El tanto de Bravo, tras un centro de Capelete desde la banda izquierda que ayer ocupaba Medrano, fue un mazazo descomunal para un filial que se cansó de tocar el balón en el centro del campo pero que carecía del más mínimo desborde y que no fue capaz de tirar entre los tres palos en todo el primer tiempo. Tan solo un remate picado de cabeza de Carlos Domínguez y poco más. Pan comido para un Real Unión que con dos líneas de cuatro jugadores vivió un partido de lo más plácido, en especial cuando en un fallo defensivo, con un mal control de Medrano, significó el 0-2. Marcó Capelete, sin oposición y aprovechando el regalo de un balón muerto en el área.

Cuádruple cambio

Onésimo movió el banquillo a la hora de partido e hizo cuatro cambios metiendo en el campo a Diego Pampín, Javi Gómez, Cedric y Fabricio. Con ellos, el Celta B tuvo más el balón y vivió más cerca del área rival, pero ni mucho menos fue un cambio radical, porque el conjunto vasco se defendía con comodidad y dejaba pasar los minutos. De hecho, Sequeira intervino por primera vez a los 64 minutos después de un remate de cabeza de Javi Castro.

Cuando todo parecía finiquitado, e incluso el Real Unión había disfrutado de ocasiones a la contra para ampliar el marcador, llegaron el gol de Javi Gómez y la ocasión de Ruly, convertido en delantero. Dos brotes verdes en uno de los peores días del Celta B esta temporada. Como penitencia, los celestes salen de la zona de play off. El próximo sábado repetirán en Balaídos ante otro filial como el Bilbao Athletic.