Después de jugar en tres posiciones diferentes del rombo y de mantener una larga charla con Coudet, el talaverano ofrece su mejor versión en el costado izquierdo
28 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La charla con Eduardo Coudet debió de ser reparadora a la vista del resultado. Óscar Rodríguez Arnaiz (Talavera, 1998), que ya jugó en tres de las cuatro posiciones del rombo en otros tantos partidos, parece haber encontrado su lugar en el costado izquierdo, aunque ese implique desplazar a Franco Cervi a la derecha. Ante el Girona firmó su mejor actuación desde que llegó a Vigo y cogió galones en el centro del campo.
Óscar comenzó jugando en el sitio que ocupaba Denis Suárez la pasada temporada en el primer partido ante el Espanyol y en el descanso fue desplazado a la izquierda. En esa posición inició el partido ante el Real Madrid y una jornada después, en Montilivi, arrancó en la derecha, pero el Celta agradeció su cambio de banda mediada la primera mitad.
Antes de viajar a Cataluña, el Chacho y Óscar protagonizaron la imagen de la semana. Los dos sentados encima de balones en el medio del campo de entrenamiento. «Charlamos de fútbol», se limitó a decir el entrenador en la víspera de la cita de Girona. Pero el diálogo debió de dar para mucho. Óscar fue más protagonista que nunca en el juego. Entró en contacto con el balón en 56 ocasiones, dio 49 pases y firmó dos tiros a portería. Uno de ellos, después de ganar la línea de fondo, aunque su remate acabó en las manos del portero local. Óscar protagonizó, además, una de las delicatesen el partido al asistir a Cervi con un taconazo que el argentino no aprovechó.
El jugador cedido por el Sevilla aguantó en el campo hasta el minuto 77, dando también un paso adelante en el plano físico. Tuvo mayor implicación defensiva, aunque ese dato no tenga un reflejo claro en la estadística.
Óscar llegó en teoría a Vigo para encargarse del vértice más ofensivo del rombo. En esa posición lo ubicó el entrenador. «Óscar puede hacer el papel de Denis», comentó tras el segundo partido. Pero desde entonces, el Chacho ha preferido darle consistencia a la sala de máquinas haciendo coincidir a Fran Beltrán y Renato Tapia, sus dos mediocentros defensivos, aunque uno de ellos, descolgándose hasta la media punta. El de Seseña es, por el momento, el Denis de emergencia, pero la idea de Coudet es encontrar un jugador de último pase para esa demarcación.
El papel de Gabri Veiga
Ahí podría aparecer Gabri Veiga, que está aprovechando al máximo los minutos y en Montilivi firmó una excelente media hora. Todo lo que hizo fue correcto. Desde su posicionamiento para evitar el avance de los rivales, hasta los balones que tocó para distribuir a sus compañeros. En poco más de 30 minutos, dio 17 pases.
