Carlos Mouriño considera al moañés, que está firmando un arranque de liga espectacular, «un mundo aparte» y un jugador único en la historia del Celta
28 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La inteligencia artificial daba un 14 % de posibilidades de éxito a Iago Aspas en su primer tiro a portería en Girona. Pero los algoritmos no cuentan con el factor humano y con la mente privilegiada del moañés, que no deja de sorprender en todos los partidos y en todas las ligas.
Iago está firmando una época dorada a nivel individual desde que regresó al Celta, en el verano del 2015. Acumula ocho temporadas mágicas, marcando goles imposibles y sosteniendo al equipo celeste. Todo el mundo se rinde a su fútbol, incluido el presidente Carlos Mouriño: «No hay palabras para definir a Iago, es un compendio de todo», dijo el presidente a La Voz en una entrevista reciente. El máximo accionista lo considera «un faro muy importante» que tienen que «tener siempre ahí y cuidarlo mucho para que su luz no se apague o como mucho, que sea intermitente».
El canterano parece tener cuerda para rato. A sus 35 años recién cumplidos, mantiene el mismo nivel de rendimiento. En este inicio fulgurante de año, siendo el pichichi del verano del fútbol español con ocho goles a los que hay que sumarles tres en liga (uno por partido), ha ayudado el plan de puesta a punto diseñado por Eduardo Coudet. «Está muy bien, ha hecho una pretemporada muy buena», comentó el entrenador, que en algún momento desveló que había llevado a cabo una preparación específica. Entre otras cosas, dilató todo lo posible el final de la temporada pasada y siguió trabajando para estar parado el menor tiempo posible.
Además, en el campo, el plan de partido del Celta siempre tiene como fin darle el balón a Iago en las mejores condiciones. «Tratamos de ayudarle. Es importante para nosotros generarle situaciones. Es lo que intenta el equipo, llevarle la pelota y que él resuelva», comenta sin tapujos el Chacho, que considera a Iago «el diferente».
El resultado no puede ser más óptimo. Iago es el máximo goleador español del 2022 con 13 goles, dos más que Borja Iglesias; ha marcado en los seis últimos partidos oficiales del Celta y ha tenido influencia en los diez últimos tantos. Es más, con el del sábado, Iago suma 136 goles con el Celta en 272 partidos (a uno por cada dos encuentros). Una barbaridad.
Su reguero de registros parece no tener fin: es el futbolista que más puntos le ha dado a un equipo en el fútbol español en lo que va de año natural. En los últimos ocho años, su intervención directa le ha dado al equipo 88 puntos al Celta, un ratio que solo supera Leo Messi antes de irse del Barça (91) y que no alcanza Karim Benzema, que se queda en 86. Una estadística demoledora que tiene su punto de arranque en el día después de su efímero viaje por Liverpool y Sevilla.
«Iago es un mundo aparte», resume Mouriño para combinar sus dotes balompédicas con su papel de icono absoluto del celtismo. «Su carácter, su forma de ser, siempre está dispuesto, su cariño hacia el Celta y hacia su afición...». Una joya de incalculable valor al que el club quiere cuidar al máximo para dilatar una carrera que a priori finaliza el 30 de junio del 2025, cuando el jugador esté a punto de cumplir 38 años, aunque no puede descartarse una futura renovación que dilate su retirada como futbolista. Para el día después, tiene las puertas abiertas para seguir vinculado en el club. «Iago en el Celta lo es todo y en el club seguirá siendo todo hasta que el equipo, pero nosotros no nos metemos en eso, será su decisión», comentó el presidente Mouriño.
Antes de esa decisión, el viernes, sin ir más lejos, puede seguir haciendo historia si ante el Cádiz vuelve a marcar para elevar a cuatro sus partidos seguidos anotando en el inicio de liga. A lo largo de la historia, solo lo hizo el mítico Pahíño en una ocasión, en la 1947/48. Han tenido que pasar 75 años para que alguien pueda igualarlo.