Hasta el 13 de noviembre tiene de plazo Luis Enrique para rectificar e incluir a Iago Aspas en la lista del Mundial de Catar. Ese día, cada una de las selecciones debe entregar su lista de 23 definitiva. Pero Lucho incluso lo tiene más fácil: en septiembre, días 22 y 27, hay partidos de la Liga de las Naciones ante Suiza y Portugal, y el seleccionador puede testar de primera mano cómo está el máximo goleador español del año 2022.
Hace tiempo que el asturiano le puso la cruz a Iago. El moañés no entra en una convocatoria de la selección desde hace tres años (en concreto, desde junio del 2019) y Luis Enrique se llevó a la última Eurocopa a Álvaro Morata, Gerard Moreno, Ferran Torres, Adama Traoré y Pablo Sarabia, nombres que vuelven a sonar ahora para la lista definitiva, en la que también podrían aparecer otros como Oyarzabal, Bryan Gil, Abel Ruiz, Fornals, Raúl de Tomás, Brahim, Rodrigo Moreno, Yeremy o Ansu Fati. Pero ni rastro de Aspas en las quinielas.
¿Qué tiene que hacer Aspas para volver? Es la pregunta más recurrente, pero la respuesta solo la conoce Luis Enrique Martínez. ¿O tampoco? Si es un tema de carné de identidad, los datos de rendimiento tiran por tierra el argumento. Aspas tiene 35 años, pero ningún veinteañero presenta sus cifras. El moañés sigue manteniendo su magia, su calidad, su velocidad y su fondo físico. Este verano tuvo un trabajo especial y el resultado salta a la vista.
Pese a todo, ya nadie confía en estas alturas en un cambio de tendencia. Iago verá el Mundial desde casa y entrenará con el Celta ese mes y medio largo de parón. Pensándolo en clave celeste, el descanso competitivo hasta le podría venir bien, pero Aspas es un animal balompédico y su sueño sería vivir una segunda Copa del Mundo. Por eso va a seguir empujando con recitales y goles la puerta de Lucho. ¿O ya un muro como el que soñaba Trump?
