20 años de la llegada al Celta del Coudet de pelo pintado que apenas le pegó al balón en Vigo
GRADA DE RÍO
El club vigués cerraba la cesión del Chacho como entrenador el 29 de agosto del 2002
29 ago 2022 . Actualizado a las 20:46 h.El 29 de agosto del 2002, el Celta cerraba la cesión de un centrocampista argentino de casi 28 años que iba a pasar muy inadvertido en el club vigués más allá de su estética, el «pelo pintado» al que ha hecho referencia alguna vez. «Apenas le pegué al balón», ha comentado en varias ocasiones Eduardo Coudet desde su regreso a Vigo sobre aquella etapa fallida como jugador del club.
Porque el protagonismo que tuvo llevó, además, a aquella estancia fuera muy corta. Se volvió a Argentina en la siguiente ventana invernal, sin llegar a disfrutar de la clasificación para la Champions que iba a conseguir aquel curso el equipo que dirigía Miguel Ángel Lotina. «En el entretiempo se sienta a mi lado y me dice: ‘Cuervo, creo que el entrenador que me trajo no me conoce’», reveló Gustavo López cuando el actual entrenador llegó al Celta. Y lo confirmaba el Chacho: «En esa época era más difícil ver vídeos. Y la verdad es que no me tenía muy visto, no».
El celtismo tampoco tuvo mucho tiempo de ver como futbolista a aquel joven que se había decantado por Vigo escapando de la inseguridad que se respiraba en su país en aquella época y que ya había tenido que padecer en sus propias carnes. «Es muy feo sentir dos pistolas en el pecho», había comentado sobre un asalto a mano armada que sufrió. «Mi hija de ocho meses casi no ha salido de casa desde que nació porque vivo intranquilo», contó por aquella época. El bienestar de su mujer y su niña fueron sus prioridades para dejar River por el Celta.
Sin embargo, al no irle bien las cosas en lo deportivo, regresó en cuestión de meses y retomó su carrera en Argentina hasta el 2007, cuando probó suerte en México. 20 años más tarde de aquella mínima incursión en La Liga, Coudet entrena al mismo equipo y, ahora sí, con una estancia mucho más larga y positiva para el club y su afición.
