Una leyenda celeste como rival

M. V. F. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

JUAN CARLOS HIDALGO

Gustavo López, miembro del cuerpo técnico de Simeone en el Atlético, se enfrenta por primera vez en los banquillos al Celta, donde militó ocho años

07 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Gustavo López (Argentina, 1973) es una de las leyendas de la historia reciente del Celta. Militó en el equipo vigués durante ocho temporadas, incluida una en Segunda —la 2004/2005— y, antes de retirarse, fue visitante en Balaídos en uno de esos casos en los que el jugador parece estar con los papeles cambiados. Nunca había sido oponente del club vigués en los banquillos, pero el sábado, en el Metropolitano, lo experimentará por primera vez.

El exfutbolista se integró este verano en el cuerpo técnico que encabeza su íntimo amigo Diego Pablo Simeone en el Atlético de Madrid, rival de los célticos en la quinta jornada de Liga. Fue a mediados de junio cuando anunció el reto que le venía en camino: «Me siento feliz y entusiasmado. Gracias al Atlético por abrirme sus puertas. Prometo darles lo mejor de mí», escribía.

El propio club rojiblanco comunicaba ese mismo día su incorporación. Está ejerciendo de asistente del Cholo en un equipo de trabajo donde hay otro excéltico, Nelson Vivas, este de pasado mucho más fugaz en Vigo —jugó 13 partidos en la campaña 1999/2000, la primera del Cuervo—, que es el segundo entrenador. El tercero es Hernán Bonvicini, con Óscar Ortega como preparador físico y Pablo Vercellone en la función de entrenador de porteros.

El excéltico ponía fin a doce años como comentarista en medios de comunicación. Durante una larga etapa, tras su retirada, siguió viviendo en Vigo, ciudad con la que siempre ha mantenido unos vínculos muy estrechos incluso después de que sus obligaciones laborales le obligaran a establecerse en Madrid. En este tiempo, además, sus muestras de cariño al club siempre han sido una constante. «El Celta lo significó todo en mi carrera», decía a La Voz en el año 2015. Solo un ejemplo que resume la importancia que para él ha tenido la entidad a la que ahora se enfrenta.

Precedente con el Cádiz

El precedente de ser rival de los vigueses, todavía como futbolista, se remonta al 18 de mayo del 2008, en su última temporada en activo. En la ida, en el Carranza, jugó 35 minutos en un partido que ganó su entonces equipo, el Cádiz (3-1), y en la vuelta, fue titular en la victoria del club vigués (5-2) en un duelo en el que recibió el cariño del celtismo. En la previa, admitía que se sentía «raro», pero añadía: «Las circunstancias se dieron así y esto es fútbol, por eso es tan lindo».

Finalizado el curso 2006/2007, el del último descenso, no hubo acuerdo para que continuara en Vigo a pesar de su voluntad y de la de buena parte del celtismo. «El Celta es más que un jugador y una directiva, este club es del celtismo», decía meses después en aquella visita a Vigo. Su falta de sintonía con la directiva nunca ha sido un secreto, pero dejaba claro que era independiente de su cariño hacia la entidad y avanzaba que si marcaba, no lo celebraría «por principios».

Compañero del Chacho

Eduardo Coudet llegó a Vigo en la recta final del mercado de verano del 2002, hace 20 años. Entre los argentinos que estaban en ese momento en el vestuario se encontraba Gustavo López. A su regreso a Vigo para entrenar al Celta, en noviembre del 2020, Coudet y su excompañero recordaban en los micrófonos de la Cadena Ser, donde colaboraba el segundo en ese momento, la etapa en la que habían coincidido.

El Chacho explicaba que se le juntaron muchos factores para querer volver a River cuando se le planteó la ocasión, a la ventana de mercado posterior a la de su llegada. «Me pasó de todo —incluida una neumonía de su hija siendo un bebé de meses— y quería jugar», recordaba. Gustavo, al que ahora tendrá enfrente, y otros compañeros, trataron sin éxito de convencerle para que no diera ese paso. Como entrenador, el Cuervo destacaba del Chacho que es «un técnico con muy buenas ideas». Ahora ayudará al Cholo a contrarrestarlas.

Oscar Vázquez

Prácticas en el Coruxo

La actual experiencia es la primera para Gustavo López en el fútbol de élite. Aunque se formó como entrenador, ha estado alejado de los banquillos todo este tiempo en que se ha volcado en los medios de comunicación. Se sabe que en el año 2015, realizó sus prácticas como técnico de la base del Coruxo. «Por ahora, no soy entrenador, sino educador de canteranos», decía por aquel entonces. Siempre ha admitido que le seduciría entrenar al Celta, pero de momento, será rival de los vigueses este sábado.