La fuerte apuesta de los donostiarras, la confianza y su posición en el campo han convertido al mosense y ex del equipo vigués en el máximo goleador y en una amenaza para el Celta
11 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Brais Méndez se fue el pasado verano siendo un jugador importante en el Celta y el domingo regresará a Vigo siendo un futbolista determinante en la Real Sociedad. El mosense lleva cuatro jornadas consecutivas marcando en liga, suma cinco goles y una asistencia y es el máximo goleador de la escuadra txuri urdin, que domina su grupo de la Europa League y que ostenta la sexta posición en la liga.
«Todos sabiamos o que podía dar, pero o gol e a confianza que ten agora non os tivo en Vigo. Igual aquí a súa posición era menos dinámica e tiña menos liberdade», comenta Milucho Alonso Costas, el hombre que le llevó a la cantera del Villarreal cuando era un niño y que ha seguido de cerca su carrera desde entonces. A diferencia de los otros goleadores de la liga, Brais no es un delantero, sino un llegador. «É un xogador de chegada, de segunda liña, e iso ten moito mérito», apunta Milucho.
La Real, que siempre busca jugadores de ese perfil y que solo ficha un tipo de futbolistas que no pueda fabricar en su base, se ha convertido en el sitio perfecto para crecer. «Creo que ha ido a un equipo que le va muy bien a sus condiciones y yo considero que el equipo le hace bueno a él y él hace bueno al equipo», añade Alejandro Menéndez, que lo tuvo en el Celta B algo más de una temporada.
Para comenzar, los donostiarras apostaron fuerte por él el pasado verano, y eso subió la confianza del mosense, que se sintió importante desde el día que pisó Anoeta. «Considero que se sentiu moi valorado cando a Real o chamou e iso foi un dos grandes motivos». Esa confianza le dio alas y desde el principio demostró una plena adaptación al equipo y a la ciudad. Como si hubiese crecido en Zubieta.
En el equipo, recibió un crédito total de Imanol, que le colocó en el pasillo central, en donde parece sentirse más liberado que cuando jugaba en la derecha en el Celta. Además, la manera de entender el juego de la Real también le va de maravilla: «El equipo le va como anillo al dedo. Es muy creativo y valiente, va hacia arriba muy bien, roba en campo contrario y es muy intenso sin balón», recita Menéndez, que ve a Brais beneficiando de ese decálogo. También encontró socios como David Silva, otro con pasado celeste, con los que comunicarse a través del balón.
Por encima, la suerte le ha acompañado en momentos cruciales. Tenía pendiente su presentación en la Europa League y eligió la cita con el Manchester United para presentarse en sociedad marcando el gol del triunfo desde los once metros. «Ha tenido momentos como el penalti en Old Trafford, y eso le hace un jugador más importante para sus compañeros».
Además, como txuri urdin se ha sentido importante desde el primer día, asumiendo galones. «Síntese valorado e un líder, en ataque é o líder», indica Milucho Alonso Costas con sus números en la mano: cinco goles (uno más que en toda la temporada pasada) y una asistencia. Ese rendimiento también ha provocado que la afición esté rendida a su juego, algo que en Vigo le costó más. «Hai dúas tempadas, cando Brais tocaba o balón, a xente pitaba», recuerda su descubridor, aunque el curso pasado Balaídos pasó página y comenzó a rendirse a su fútbol.
Una venta inesperada
De hecho, en el cuaderno de ruta del Celta no entraba la venta del canterano, con quien contaba este curso, pero surgió la oportunidad de mercado y como tenía necesidad de realizar una venta para poder acometer otras operaciones de la mano de Luís Campos, terminó aceptando los 15 millones que puso sobre la mesa la Real Sociedad, una cantidad que ya podría estar doblando en estos momentos dado su rendimiento. «Al final, fue barato, por lo menos eso estará pensando la Real. Si lo pusiera ahora en el mercado, creo que doblaría la cantidad», comenta Menéndez.
A nivel personal, salir de Vigo y del Celta también le vino fenomenal —dicen los expertos—. Si su experiencia en la base del Villarreal no fue la esperada, ahora ya tiene la madurez suficiente para afrontar nuevos retos. Con tanto viento a favor, Brais Méndez Portela (Mos, 1997) se presenta como una auténtica amenaza en su primera visita a Balaídos en el equipo de enfrente. El Celta lo conoce bien, pero eso no es suficiente ante semejante talento y semejante estado de confianza.
