Menos goles, más recursos

X. R. C. VIGO

GRADA DE RÍO

Alejandro Garcia | EFE

Los vigueses, con Carvalhal, pasan a encajar 0,75 goles por partido y utilizan más el fondo de armario, pero las diferencias en el once son de dos jugadores

09 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Menos goles en contra y más fondo de armario, pero un once muy similar y una situación clasificatoria igual de comprometida. Este parece el resumen de una comparativa entre Carlos Carvalhal y Eduardo Coudet después de que el entrenador bracarense haya descubierto sus cartas en sus cuatro primeros partidos de liga al frente del Celta y haya conseguido al fin su primera victoria.

DIFERENCIA

La media de goles en contra baja de dos a 0,75

Con Eduardo Coudet, el Celta encajaba una media de dos goles por partido: 24 en 12 contiendas, mientras que con la llegada de Carvalhal, ese ratio se ha reducido a la mitad: tres goles en cuatro partidos y con dos de ellos manteniendo la portería a cero. Reforzar el sistema defensivo con un zaguero más puede ser una de las claves.

ATAQUE

Ocho décimas más antes del cambio: 1,08 frente a 1

El Celta del Chacho marcó trece goles en doce partidos, lo que significa que mejora el ratio de Carvalhal en ocho décimas: 1,08 frente a 1, porque con el portugués, el cuadro vigués no ha marcado más de un gol en ningún partido e incluso en uno, en Vallecas, se quedó en blanco. Por el momento, lleva tres goles: dos de Iago Aspas y uno de Gabri Veiga.

LOS ONCES

Óscar pasa a un segundo plano y Mingueza se convierte en pieza clave

A nivel de nombres, los cambios no son muy significativos entre uno y otro inquilino del banquillo celeste. El más apreciable es el papel menguante de Óscar Rodríguez, que pasó de ser un fijo para Coudet (con el argentino disputó once de sus doce partidos) a perder protagonismo con Carvalhal, con quien solo jugó de inicio el primer día ante el Osasuna. Quizás el papel estelar de Gabri Veiga le haya restado posibilidades. Por el contrario, Mingueza no solo se ha asentado en el once, sino que se ha convertido en la llave del nuevo sistema táctico. El catalán ya acumula cinco partidos seguidos como titular, cuando en el arranque solo salió de cara ante el Valladolid.

EL BANQUILLO

Cambios agotados en un partido de cuatro

Por el momento, Carvalhal ha agotado los cambios solo en uno de los cuatro partidos de liga que ha dirigido, frente al Sevilla en Balaídos. Tanto en Elche como en Vallecas, efectuó cuatro en cada caso, mientras que en su debut, frente a Osasuna, únicamente hizo tres, el máximo permitido antes de la pandemia. Pablo Durán y Óscar Rodríguez, con tres apariciones desde el banquillo cada uno, son sus hombres de refresco más habituales, seguidos de Luca de la Torre, en dos ocasiones. Entraron una vez cada uno tras partir como suplentes Paciência, Swedberg, Iago Aspas, Kevin Vázquez, Carles Pérez, Larsen y Renato Tapia.

EL SISTEMA

Del 1-4-1-3-2 al 5-3-2 con variantes

El cambio de dibujo es notorio en el Celta. Con Coudet, el conjunto vigués manejaba un dibujo casi único en el mundo, con un 1-4-1-3-2, el famoso rombo con un solo pivote. La diferencia primordial con Carvalhal es que el doble pivote es inamovible e incluso en la últimas fechas se ha animado con un trivote (con dos jugadores creativos) en el centro del campo. Además, ha conseguido, de la mano de Mingueza, que pasar de una línea de cinco defensas a otra de cuatro parezca natural. Le falta algún ajuste en la posición de teórico lateral derecho con Hugo Mallo, que gana altura con el desdoble del catalán. En la Copa, se decantó por un 4-4-2. En los dos dibujos, la idea de mantener dos delanteros parece clara, igual que la de poblar del centro del campo.

ASPECTO FÍSICO

Los finales de partido

Hasta Elche, el Celta era incapaz de cerrar los partidos y los números dicen que los últimos 12 segundos tiempos solo ha marcado un gol (al Getafe), aspectos que invitar a doblar la mirada hacia el aspecto físico aunque a priori el equipo parece entero. Quizás pueda pagar el desgaste de la intensidad y la presión alta.