Un gol de Carles Pérez mediado el segundo tiempo le dio el triunfo ante el Olympique de Lyon
29 jul 2023 . Actualizado a las 22:02 h.Oliveira dos cen anos sonó por primera vez en un Balaídos de gala para saludar la era Rafa Benítez en un Memorial Quinocho que se convirtió en un ejercicio defensivo para el Celta en el primer tiempo ante un Olympique de Lyon que gobernó la contienda de inicio, pero que cedió en el segundo tiempo hasta que los cambios convirtieron en un correcalles la parte final del partido. Decidió una certera vaselina de Carles Pérez para que el triunfo se quedase en casa para llenar de ilusión el corazón del celtismo en el año del centenario.
Mucha presión, más intensidad y poco juego combinativo, con muchas pérdidas. Ese fue el resumen del juego del Celta en la primera mitad, en donde las contadas llegadas al área del Olympique de Lyon llegaron a través del juego directo. Los franceses, igual de intensos, estuvieron más cómodos ante un Celta con tres novedades en el once con respecto a la formación inicial ante el Benfica. Óscar Mingueza y Jonathan Bamba ocuparon la banda derecha, aunque el francés se fue moviendo por todo el frente de ataque, y Franco Cervi ejerció de lateral izquierdo.
Salvo en la jugada inicial, con robo de Luca de la Torre, taconazo de Iago Aspas y tiro ajustado de Hugo Sotelo, el jugador con ficha del B que ha sido titular en los tres partidos, el Celta apenas pudo combinar y no estuvo cómodo en un partido que gobernó el cuadro francés con su poderío físico. De hecho, Iván Villar salvó por dos veces del gol al Celta. En la primera, salió ganador de un uno contra uno y en el segundo neutralizó un cabezazo envenenado de Lacazzete.
El Celta, muy trabajador, se mantuvo de pie gracias a su intensidad, a medida que pasaban los minutos iba equilibrando la contienda y pese a su falta de claridad en ataque, tuvo dos buenas acciones que no concretó. Primero, Iago Aspas volvió a ser el de antes con un buen esprint y un tiro cruzado y, a continuación, con un lanzamiento bien dirigido pero sin fuerza de Larsen, que se pegó sin éxito con los centrales y no pudo ganar ninguna carrera al espacio libre en el primer tiempo.
El Celta, que solo hizo un cambio en el descanso (entró Carles por Luca), fue más combinativo en el arranque del segundo tiempo y Larsen, que estuvo más entonado, se plantó por dos veces ante la portería rival con el meta como único obstáculo, pero un remate terminó en córner y el otro se marchó alto. Poco después, el catalán fabricó la mejor jugada del partido con un cambio de ritmo y con un disparo cruzado que interceptó Lopes con una gran parada.
Laurent Blanc, el técnico del Lyon, vio que la contienda se teñía de color celeste y con cinco cambios, recuperó el control del partido, pero la insistencia de Williot Swedberg en una cesión hizo que el portero visitante perdiese el balón y Carles Pérez marcase con una vaselina a portería vacía, pero superando con su parábola a un par de defensas que se interponían en el camino.
Con el 1-0, Benítez completó su carrusel de cambios con una nueva y numerosa hornada y el partido se convirtió en su recta final en un correcalles cargado de imprecisiones, especialmente por parte del conjunto vigués, mientras los franceses se instalaron en el balcón del área rival para intentar forzar los penaltis. En el 90, Iván Villar hizo la última parada del día para certificar el segundo triunfo de la pretemporada. Además, también con la portería cero, algo que seguro hará feliz a Benítez.