El despedido tiene que mover ficha si quiere reclamar una indemnización al Celta y en caso de no alcanzase a un acuerdo el despido acabará en los tribunales
06 ago 2023 . Actualizado a las 12:30 h.La extinción unilateral del contrato de Santi Mina por parte del Celta abre un proceso que en los próximos meses debe derivar en las desvinculación total del jugador, condenado a cuatro años de cárcel en segunda instancia por abuso sexual. El primer paso será un acto de conciliación en el SMAC que debe reclamar el futbolista o sus abogados y en caso de no mediar acuerdo, el asunto pasará al juzgado con otro acto de conciliación y una vista oral si las dos partes llevan el asunto a las instancias finales.
¿Cuáles son los pasos para cerrar el asunto?
Un máximo de tres. El primero será el SMAC (Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación), un organismo que depende de la Xunta de Galicia y en donde se debe llevar a cabo un acto de conciliación voluntaria previo. De no mediar acuerdo, los abogados de Santi Mina tendrían que presentar una demanda en los juzgados de lo social de Vigo. Ahí tendría lugar un segundo acto de conciliación y, de no producirse tampoco acuerdo en esa segunda instancia, se pasa, sin más dilación, a la vista oral, en la que el juez decreta si el despido es procedente o improcedente. De darse el segundo caso, el Celta debe optar por la readmisión o la indemnización, algo que en este caso no ofrece ninguna duda.
¿Quién debe pedir el acto de conciliación?
Santi Mina. Lo podría hacer él solo, o sus abogados «demandando la improcedencia del despido, que sería o más normal, o que se le adeudan cantidades o lo que sea», explica Fabián Valero, de Zeres Abogados. Porque el Celta ya movió ficha y ahora debe ser el despedido el que actúe en el tablero si quiere percibir una indemnización. Lo que va a hacer el Celta es mandarle una carta de despido por las razones que estime convenientes. Si Mina se queda quieto, ahí acaba todo, pero si quiere discutir la resolución es él quien la tiene que pelear», dice Óscar Gutiérrez, experto en derecho laboral, de Colón Asociados.
¿Se puede cerrar el asunto con un acuerdo sin ir al SMAC?
Se puede cerrar de una manera oficiosa, pero un acuerdo entre partes en un despido puede ser considerado un fraude. «Si tienes un pacto previo, no es un despido, sino una extinción pactada», explica Valero. En el caso del despido, la indemnización está exenta de IRPF hasta una determinada cantidad. En este caso, el Celta calificó la salida de Mina de «extinción unilateral» y eso es un despido, «pero también le puedes plantear la carta de despido y un documento con un acuerdo de salida en el SMAC».
¿Qué significaría un acuerdo paralelo?
«El club estaría reconociendo implícitamente que no tiene motivos para despedirle», apunta Óscar Gutiérrez. En cambio, en una resolución judicial, el Celta puede argumentar: «Le tengo que indemnizar porque me obligó el juzgado». En ese sentido, un despido improcedente también podría ser utilizado por Santi Mina «para limpiar un poco su imagen con una sentencia que indique que el Celta no tenía motivos para despedirle».
¿Cuáles son los plazos para la resolución?
La ley considera de tramitación preferente este tipo de procedimientos, pero desde el momento que se presenta la papeleta (nombre técnico de la petición del acto de conciliación) hasta que se celebra pasan por norma tres semanas, según apuntan los letrados, y en caso de llegar a un acuerdo, el procedimiento acabaría. En caso de que el asunto acabe en el juzgado, el tiempo estipulado rondará los tres meses. Un dato importante es que el mes de agosto es considerado hábil en procedimientos de despidos.
Los juristas ven mecanismos para argumentar el despido y evitar la indemnización
La indemnización millonaria fue un aspecto que frenó al Celta cuando conoció la primera sentencia. En caso de que el contencioso termine en vista oral, la opción de despido procedente no se puede descartar aunque sea difícil.
¿Tiene alguna posibilidad el Celta de evitar la indemnización?
Fabián Valero sostuvo desde el primer día que no era fácil, pero tampoco imposible, y mantiene la misma tesis. «No es sencillo, pero utilizando tanto el código ético, como el Real Decreto que regula las relaciones laborales especiales de los deportistas profesionales, hay mecanismos para defender el carácter disciplinario del despido», comenta el especialista en derecho laboral, que teme la «eventual prescripción de los hechos porque la empresa conocía lo ocurrido». Un matiz importante es que ahora hay una segunda sentencia de un TSJ «que es algo más firme». Además, el daño de la imagen del club es cada vez mayor.
¿Qué argumenta el Celta para el despido?
La argumentación del Celta pasa por dejar claro que el comportamiento «delictivo» de Santi Mina «no se corresponde con los valores del club», e incluso podría apelar «a hablar de la transgresión de la buena fe contractual», aunque Óscar Gutiérrez ve un poco forzado este último argumento.