
El penúltimo fichaje que anunció el Celta este verano comenzó a jugar como defensa por la izquierda en el 2017 tras haber ejercido antes de centrocampista
04 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Mihailo Ristic (Bijeljina, Serbia, 1995) fue el lateral izquierdo escogido para reforzar el plantel que dirige Rafa Benítez. La idea del club era que la posición no era prioritaria en el cierre de mercado salvo que hubiera opción de incorporar a un futbolista muy específico que agradara al técnico. Y ese fue el futbolista llegado a Vigo el pasado viernes y que todavía debe ser presentado esta semana con su nuevo club.
Internacional absoluto después de haber pasado por las categorías inferiores de la selección serbia, sus primeros pasos en el mundo del fútbol los dio en el Partizan Donja Trnova y el Rudar Ugljevik, para luego integrarse en el Estrella Roja, donde militó durante cuatro años, entre el 2013 y el 2017. Se incorporó siendo juvenil, pero no tardó en llamar la atención del primer equipo, con el que fue convocado ese mismo año y debutó al siguiente.
En tres campañas en el primer equipo del conjunto serbio sumó 4.900 minutos en 91 encuentros en los que marcó ocho goles y dio otras tantas asistencias. Pero por aquel entonces todavía jugaba como centrocampista defensivo. Fue en la temporada 2015/2016 cuando tuvo minutos en otras posiciones, incluida la de lateral zurdo a la que acabó siendo reconvertido de manera definitiva al año siguiente, en su último curso en el club de Belgrado.
En el verano del 2017 fue vendido a cambio de dos millones de euros al Krasnodar, que al mercado de invierno siguiente lo cedió al AC Sparta Praga tras haber disputado solo ocho partidos —y marcado un gol—. No corrió mejor suerte en ese destino a préstamo y solo intervino en cuatro duelos.
Lesión en el Benfica
Consiguió pasar página tras esta mala etapa con su fichaje por el Montpellier, club con el que recuperó el protagonismo. Estuvo tres años y medio y se quedó al borde de ser centenario, con casi 6.000 minutos, aportado tres goles y siete asistencias. Este rendimiento hizo que el Benfica se fijara en él hace un año, pero en Portugal le volvió a tocar vivir una etapa en el ostracismo. Y eso le costó desaparecer de la selección, como reconoció su técnico, que llegó a decir que los minutos que estaba teniendo «no eran suficientes», si bien tampoco era «nada definitivo ni personal».
Durante la pasada campaña, únicamente sumó 233 minutos en doce encuentros, si bien acusó problemas físicos, con una lesión de muslo que le tuvo parado durante dos meses, entre febrero y abril. Inicialmente, su idea para este curso era luchar por tener oportunidades, pero finalmente, le surgió la opción de cambiar de aires.
En el mes de julio, preguntado por el fichaje de Jurásek para su posición tras la marcha de Alejandro Grimaldo, decía: «Es una nueva temporada, todo el mundo empieza de cero y mi trabajo es trabajar duro y dedicarme al 100%, como siempre lo he hecho aquí, en el Benfica. Ese es mi trabajo. Sobre lo que pasará en el futuro o quién jugará, eso no me preocupa demasiado».
Futbolista de 180 centímetros, cumplirá 28 años el próximo mes de octubre, durante la pretemporada se enfrentó al Celta en el Troféu do Algarve. Ahora, vestirá de celeste.