Larsen y Douvikas vieron portería frente al Barcelona, aunque sus goles quedaron en anécdotas al remontar los de Xavi Hernández
24 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Con el zurrón de puntos vacío de regreso a Vigo, las dos buenas noticias de la visita del Celta al Barcelona tuvieron nombres propios y fueron los mismos que propiciaron que el celtismo pudiera creer durante 80 minutos que otro resultado era posible. Los futbolistas que en mayor medida están llamados a hacer goles en la actual plantilla, Jorgen Strand Larsen y Tasos Douvikas, cumplieron su cometido, aunque acabara resultando insuficiente.
El noruego firmó una primera parte espectacular, de sus mejores minutos desde que llegó a Vigo, hace poco más de un año. Y ya lleva la mitad de los cuatro goles que firmó en la campaña 2022/2023, de la que suele decir que era de adaptación. Era en esta cuando, ya pasada esa fase, se proponía aportar en la faceta realizadora además de en el trabajo que nunca se le ha discutido. Y al filo de los 20 minutos, con un buen gol, ponía a los célticos por delante.
Su segundo tanto del curso, tras el que logró en la victoria de Almería, llega en un partido en el que Rafa Benítez optó por un cambio de sistema. La apuesta del madrileño fue un 5-3-2 que desterraba al 5-2-3 que venía siendo habitual desde que se impuso la defensa de tres centrales. Así, el rol del internacional noruego cambiaba de forma sustancial.
Con el anterior dibujo, Larsen tenía que partir de la banda derecha, mientras que la modificación le acerca más a la que es la posición en que se siente más cómodo. Con otro delantero al lado como Iago Aspas, en fase defensiva le tocaba en esta ocasión presionar y hacer el trabajo que venía haciendo, pero en el centro y no en la banda. En fase ofensiva, el situarse en la posición en la que se siente más cómodo se tradujo en una actuación notable, más allá del gol. También dispuso de otra buena ocasión de cabeza que no pudo materializar por una de las grandes intervenciones de Ter Stegen.
Larsen hizo gala, una vez más, de la innegociable lucha que le caracteriza. Batallador, trató de importunar en la salida de balón de los centrales del cuadro blaugrana y ayudó mucho en defensa, con criterio. Además, aunque tuvo que recibir asistencia médica y pareció que no iba a poder seguir al poco de abrir el marcador, continuó hasta el minuto 66 y Benítez hizo alusión a que tenía una molestia.
En su lugar iba a entrar ya en la primera parte en ese momento de duda y lo hizo luego Tasos Douvikas. En su tercer partido, todos desde el banquillo —y, en el caso del primero, sin apenas tiempo—, y en este caso pudo conseguir el 0-2, aunque la remontada fuera casi inmediata tras el tanto que parecía encarrilar el triunfo. La pelota iba mordida, pero finalizó bien al palo contrario a Ter Stegen, que en esa ocasión no pudo atajar el disparo.
Con los goles de Larsen y de Douvikas, Iago Aspas es el único delantero que queda sin marcar. Aunque haya cumplido medio año sin ver portería, lo cierto es que el moañés firmó una actuación extraordinaria, con un trabajo excelso que, una vez más, resultó fundamental para el equipo. El gol se le sigue resistiendo.