Carlos Mouriño cedió la presidencia del Celta a Marián Mouriño a finales de septiembre

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

La renuncia se hizo efectiva el pasado 28 de septiembre y, desde entonces, su hija, la primera presidenta de la historia del club, tiene plenos poderes

10 nov 2023 . Actualizado a las 22:40 h.

Aunque la visibilización del relevo en la presidencia del Celta se realizará el próximo 12 de diciembre, con motivo de la junta general de accionistas, Carlos Mouriño ya no es el máximo dirigente del club desde el pasado 28 de septiembre, fecha en la que renunció a favor de su hija Marián según consta en el epígrafe «acontecimientos posteriores al cierre» en el informe financiero que será sometido a examen y aprobación de los asambleístas. Marián se convierte en la primera mujer presidenta del Celta a los largo de sus 100 años de vida

El punto en cuestión indica de modo literal que «con fecha 28 de septiembre del 2023, se produce la dimisión del presidente del consejo de administración de la sociedad, Manuel Carlos Mouriño Atanes. De acuerdo con lo establecido en el artículo 244 del TRISA, el consejo de administración acuerda por unanimidad nombrar a María de los Ángeles Mouriño Terrazo, presidenta del consejo de administración». Hay que tener en cuenta que la familia Mouriño, a través de la matriz del Grupo GES, cuenta con el 67,9 % de las acciones del conjunto vigués.

Según fuentes del club, el movimiento vino generado para que la nueva presidenta ya pudiera firmar las cuentas que serán sometidas a la asamblea. El traspaso se hizo por «cooptación» (llenar las vacantes que se producen en el seno de una corporación mediante el voto de los integrantes de ella). No obstante, desde el día después de la salvación ante el Barcelona, Mouriño Terrazo ya estaba ejerciendo de presidenta a todos los efectos.

El traspaso público de poderes se hará en una junta general a la que parece improbable que pueda asistir el expresidente, quien podría ocupar un cargo honorífico dentro del máximo órgano rector de la entidad. Desde finales de agosto, Carlos Mouriño desapareció por completo de la vida del Celta, tanto en A Sede como en Balaídos. Su última aparición en público fue el acto de bienvenida al equipo de leyendas celebrado en el salón regio, pero esa misma tarde ya no estuvo en el palco de estadio para ver el partido conmemorativo del centenario.

La salida de Mouriño, que estuvo 17 años en el cargo (desde 2006), la época más larga de un mandatario en la historia celeste, y el cambio en la presidencia también acarrea una profunda remodelación en el seno del consejo de administración, que a va sufrir una completa regeneración, con la inmensa mayoría de sus integrantes dando paso a otros con un perfil más técnico. La continuidad o no de Ricardo Barros, cuya familia tiene un significativo -aunque irrelevante a efectos prácticos- paquete accionarial, es la principal duda. Podría ser la única herencia del pasado. Los consejeros van a cobrar hasta 75.000 euros, a repartir entre todos en concepto de dietas, novedad que figura en el orden del día de la junta.