El aura de Luís Campos se desmorona por completo

LA VOZ VIGO

GRADA DE RÍO

Xoán Carlos Gil

El asesor deportivo externo es la figura más señalada en la crisis del Celta

12 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

A estas alturas de la crisis del Celta, el hombre más señalado es Luís Campos. El asesor deportivo externo que llevó al Lille y al Mónaco a los altares amenaza con mandar al equipo vigués a los infiernos. En la temporada y media que lleva gobernando la parcela deportiva en Vigo, el conjunto celeste solo ha sido capaz de ganar 12 partidos de 51 disputados y de sumar 50 puntos de los 153 que había en juego, un pésimo balance después de una política de fichajes que ha sido determinante para el desfase de 13,3 millones (el déficit de la pasada temporada).

El ciudadano de Esposende finaliza contrato el 30 de junio del 2024 y está por ver si Marián Mouriño apuesta por su continuidad, algo que podría tener mucho que ver con el futuro del equipo. Luís Campos fue fichado por Carlos Mouriño y Antonio Chaves en la primavera del 2022. En teoría, parecía una maniobra maestra, dado el caché del portugués, pero el primer curso no salió nada bien y lejos de dar el salto, el Celta vivió en el alambre hasta el último día.

Con la salida del director general, Marián Mouriño redobló el poder de Campos, que pasó a ser el máximo responsable de la parcela deportiva del primer equipo conjuntamente con Rafa Benítez, que dejó claro desde el primer momento que no iba a ejercer de mánager.

Los plenos poderes del también asesor externo del PSG —la afición le reprocha que esté más cerca a nivel físico de los parisinos que de los vigueses— se han convertido en otra plantilla descompensada, con un déficit evidente en el centro del campo, el puesto que reclama Benítez reforzar y del que habló Iago Aspas tras la derrota en San Mamés. «Estamos defendiendo más bajo que de costumbre porque nos falta fortaleza física en el centro del campo», comenta el 10, que durante mucho tiempo también denunció la falta de calidad para el último pase, otro pilar que Luís Campos no levantó en tres mercados.

La última bala que le queda al portugués es el mercado de enero, con el hándicap de que el margen de maniobra económico no será muy amplio después de consumir gran parte de los 79,8 millones de euros destinados a límite salarial, otra apuesta de Marián Mouriño en su intento de conseguir un proyecto sólido a nivel deportivo.

Campos tiene la obligación de acertar con el fichaje y la fórmula de contratación para darle a Benítez el jugador que viene reclamando para equilibrar la plantilla y que parece esencial para alcanzar la permanencia.